-Todos los innovadores de espíritu, llevan en la frente por algún tiempo a señal pálida y fatal del chandala, porque ellos mismos sienten el terrible abismo que les separa de todo lo tradicional y venerado.
La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas, sin olvidarse de uno solo -¡Dios, qué fatal memoria!-, y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros, algún día, su cruel designio.