No te puedes sumergir dos veces en el mismo río.
¡Y esos ojos! Contemplarlos es como sumergir la mirada en algo profundo, angustiosamente abisal. Con su brillante negrura, esos ojos parecen no decir nada y expresar, a la vez, lo inexpresable, a tal punto resultan conocidos y desconocidos al mismo tiempo.
Flirtear es el arte de hacer caer a una mujer en tus brazos sin caer tú en sus manos.
No te puedes sumergir dos veces en el mismo río.
¡Y esos ojos! Contemplarlos es como sumergir la mirada en algo profundo, angustiosamente abisal. Con su brillante negrura, esos ojos parecen no decir nada y expresar, a la vez, lo inexpresable, a tal punto resultan conocidos y desconocidos al mismo tiempo.
Querrá sepultar la cara entre sus manos y llorar y gemir rogando una piedad que sabe que no existe
Querrá sepultar la cara entre sus manos y llorar y gemir rogando una piedad que sabe que no existe