El espectáculo era tanto más repulsivo cuanto que los horribles cadáveres, agitados por el viento, se balanceaban de manera fantástica, mientras buitres atroces los tironeaban para arrancarles jirones de carne; apartando los ojos con espanto, me hundí en el camino de las montañas.
Comer con desgana convierte el alimento en repulsivo manjar.
La vida no es más que esta repugnante experiencia donde la personalidad se rompe.
Los profesores forman una casta repugnante
Sea lo que sea lo que la naturaleza tiene reservado para la humanidad, por desagradable que pueda ser, los hombres deben aceptar, que la ignorancia nunca es mejor que el conocimiento
Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal.
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
La medianoche se afeita el hombro izquierdo sobre el hombro derecho crece el pasto pestilente y rico en aglomeraciones de minúsculos carneros vaticinadores y de vitaminas pintadas de árboles de fresca sombrilla con caireles y rulos.
El público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decírselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sí.
Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad
Algunos encuentran el silencio insoportable porque tienen demasiado ruido dentro de ellos mismos
Evaluar y prepararse a celebrar lo que se puede conseguir antes de hacerlo es un ejercicio estéril, antipático e innecesario que nunca presagia cosas buenas. Lo ideal es estar llenos de expectativas e ilusión, pero no evaluar lo que haría si, sino hacerlo después.
El hombre selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, sino el que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores.
Es imposible imaginar un espectáculo más nauseabundo que el del plagiador.
El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas doctrinas, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque.
Este lugar, hostil a los oscuros avances de la noche vencedora, ignorado respira ante la aurora, sordamente feliz entre sus muros.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Érase el mejor de los tiempos y el más detestable de los tiempos; la primavera de la y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos y nada poseíamos.