De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
¿Tienen una reina, necesitan un rey. Yo soy rey!-Cassius Clay, al pueblo de Inglaterra antes de su segunda pelea con Henry Cooper.
Bueno, yo creo que todos los pilotos nunca piensan que se juegan la vida, si pensaras que te vas a hacer daño, no te montas, es una pelea por dominar una moto, ese es el kit de la cuestión
Todo cuanto ocurre en la guerra, lo hace mediante las fuerzas militares; allí donde se emplea una fuerza, es decir, hombres armados, la idea del combate tiene que prevalecer necesariamente por encima de todo.
Lo que aprendí observando estas cinchadas es que el equipo que sólo intenta ganar generalmente no lo consigue, mientras que el que interviene para disfrutar del juego sin preocuparse mucho en ganar o perder frecuentemente emerge victorioso. Esta observación es tan válida para un combate de karate como para una cinchada.
La lucha de ellos es para separar, la lucha de nosotros es para unificar. Nuestra lucha no es la lucha del contrapoder: es la lucha del antipoder
Organizar el Frente Unico de lucha en forma permanente y con carácter nacional, para dar batalla a la contrarrevolución: ¡tal es anhelo de las masas trabajadoras!
Terrible animal son veinte años. No hay batalla tan sangrienta ni tan trabada escaramuza como la que trae la mocedad consigo
Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas. El camino hacia el ascenso de categoría, que controlaba la vida de un jugador, se había convertido en un meticuloso procedimiento de puntaje. Uno conducía el enfrentamiento con la única meta de ganar, y no había margen para recordar la dignidad y la fragancia del Go como arte.
Las verdaderas tragedias no resultan del enfrentamiento entre un derecho y una injusticia. Surgen del choque entre dos derechos.