¡Cuán necio había sido su intento! Había tratado de construir un dique de orden y elegancia contra la sórdida marea de la vida que le rodeaba.
Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.
Los unicornios son inmortales. Su naturaleza exige que vivan solos en un único lugar, por lo general un bosque donde haya un estanque de agua lo bastante clara como para mirarse en ella; pues son un poco vanidosos y saben perfectamente que son los seres más bellos del mundo...Y mágicos, además.
Yo quiero huir, perderme lejos, allá en esas regiones en que unas anchas hojas tiemblan sobre el estanque de los sueños que inundan.
Yo no cabía en mí de satisfacción, presa de una alegría extraña. Me sentía relajado. El mundo estaba lleno de gente la mar de divertida. El barman delgado echó una mirada en mi dirección y le hice un guiño de complicidad amistosa. Cabeceó con ademán de comprensión. Lancé un suspiro y me retrepé en la silla, reconciliado con la existencia.
Jamás de los jamases sobre nuestro suelo sagrado ha de pisar insolente la planta invasora porque nuestro orgullo lo impide porque las naves del invasor para llegar a la presa de sus designios tendrán que navegar sobre la púrpura encendida de nuestra sangre joven.
Pero ¿Qué es una doncella, con su deseo bobo, ignorante, comparada con una viuda, cuya ansiedad está formada por el conocimiento y la ausencia, la contención y la penuria, el hambre y el ayuno, lúcida y atrevida en su deseo?
Un chico criado en familia, con amor, con ternura y valores, tiene muchas más chances de ser mejor en la vida que aquel chico desamparado que carece de ese marco de contención familiar y que termina sobreviviendo en un ámbito de agresividad y desprotección.
Demasiado libertinaje en la juventud seca el corazón, y demasiada continencia atasca el espíritu.
Un comportamiento sexual que pueda, en justicia, ser llamado continencia es tan insólito que prácticamente no cuenta en absoluto
En una democracia, la mayoría de los ciudadanos es capaz de ejercer la más cruel represión contra la minoría.
Pero ella, por supuesto, me veía tumbada en la cama; y como dirá cualquiera que haya estado enamorado, es en la cama donde uno sueña; en la cama, a oscuras, cuando nadie ve que se te ponen coloradas las mejillas, aflojas el manto de represión que mantiene tu pasión atenuada a lo largo del día, y la dejas brillar un poco.
Plenilunio de otoño; paseo en torno al estanque toda la noche.
Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento.
Pero ¿Qué es una doncella, con su deseo bobo, ignorante, comparada con una viuda, cuya ansiedad está formada por el conocimiento y la ausencia, la contención y la penuria, el hambre y el ayuno, lúcida y atrevida en su deseo?
Un chico criado en familia, con amor, con ternura y valores, tiene muchas más chances de ser mejor en la vida que aquel chico desamparado que carece de ese marco de contención familiar y que termina sobreviviendo en un ámbito de agresividad y desprotección.
Demasiado libertinaje en la juventud seca el corazón, y demasiada continencia atasca el espíritu.
Un comportamiento sexual que pueda, en justicia, ser llamado continencia es tan insólito que prácticamente no cuenta en absoluto
La lucha contra la libertad se reproduce a sí misma, en la psique del hombre, como la propia represión del individuo reprimido, y a su vez su propia represión sostiene a sus dominadores y sus instituciones. Es esta dinámica mental la que Freud revela como la dinámica de la civilización.
Paz es anarquía. Gobierno es fuerza; fuerza es represión, y la represión lleva a la reacción y a las naciones a la guerra. La guerra existirá en tanto exista el Estado. Sólo una sociedad anarquista puede ofrecer las condiciones económicas, éticas y psicológicas bajo las cuales será posible la formación de una mentalidad pacifica