Tras la desconfianza en el propio criterio, viene la inmoralidad en la vida.
En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza
-Hablar de otro mundo distinto de éste carece de sentido, suponiendo que no nos domine un instinto de calumnia, de empequeñecimiento y de suspicacia contra la vida.
El objeto del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
¡Como que de todos modos te habías de hacer conocer de criatura tan rebelde, de chica tan hostil! ¿Por qué, Dios mío, tanto afán? ¿Qué interés tenías en hacerte conocer de quien ni los mismos seres que pusiste a su cuidado podían tolerar la apatía?
El respeto mutuo implica la discreción y la reserva hasta en la ternura, y el cuidado de salvaguardar la mayor parte posible de libertad de aquellos con quienes se convive.
Pero en aquellos días yo iba en busca del amor, y me presenté lleno de curiosidad y de la aprensión -no reconocida por mi parte-, de que, allí, por fin, descubriría esa puerta baja escondida en el muro que otros, lo sabía, habían descubierto antes que yo, que llevaba a un jardín secreto y encantado, en alguna parte oculto, sin que ninguna ventana del corazón de aquella ciudad gris se asomara a él.
Y si he de depositar mi confianza en algún sitio, la otorgaría a la psique del observador sensible y libre de las convenciones del entendimiento. No tendría ninguna aprensión respecto al uso que este observador pudiera hacer de estas pinturas al servicio de las necesidades de su propio espíritu; porque, si hay necesidad y espíritu al mismo tiempo, seguro que habrá una auténtica transacción.
La moderación es un temor a caer en la envidia y en el desdén que merecen los que se embriagan con su dicha; es una vana ostentación de la fuerza de nuestro ánimo; y finalmente, la moderación de los hombres que se ven muy encumbrados es un deseo de parecer más grandes aún que su buena fortuna.
Nuestras dudas son traidores que con frecuencia nos hacen perder el bien, que habríamos podido ganar, con el temor de intentarlo.
Esas gentes son tan silenciosas y hurañas que uno tiene la impresión de verse frente a un recóndito enigma del que más vale no intentar averiguar nada. Y ese sentimiento de extraño desasosiego se recrudece cuando, desde un alto del camino, se divisan las montañas que se alzan por encima de los tupidos bosques que cubren la comarca.
Lo característico de la vida actual no es la inseguridad y la crueldad, sino el desasosiego y la pobreza.
No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro.
Me cagué encima de una sudadera. Quería ir al water y se me olvidó que
Es preciso recordar que siempre hay un futuro, futuro que es inexorablemente incierto. Con esto no quiero dar un mensaje de pesimismo, ni mucho menos, ya que la incertidumbre puede terminar tanto negativa como positivamente, con la ventaja de que el ser humano tiene facultades para inclinar la balanza a su favor.
De pronto recordé que había soñado con eso: Un laberinto asfixiante en el que por más que caminara siempre estaba en el mismo lugar. Algo me atrajo, quizá la incertidumbre o mi propio miedo, y me largué a correr hacia cualquier parte.
El desánimo es una incredulidad
Lo que me llena de estupor no es la incredulidad sino la fe. Lo que me sorprende no es el ateo, sino el cristiano.
La conducta es tres cuartas partes de la vida y su preocupación más grande.
No creo en la inmortalidad de las personas y considero que la ética es una preocupación exclusivamente humana, sin que exista ninguna autoridad sobrehumana detrás de ella.
Lo más grande va sin reparo con lo más pequeño. Lo mediocre va solo
Su hermano se acercó a la ventana y, mientras contemplaba a aquellos cientos de personas que trajinaban o deambulaban a lo lejos, reparó en que todos -los niños pequeños, los niños no tan pequeños, los padres, los abuelos, los tíos, los hombres que vivían en las calles y que no parecían tener familia- llevaban la misma ropa: un pijama gris de rayas y una gorra gris de rayas.
En vano escarba el soñador en sus viejos sueños, como si fueran ceniza en la que busca algún rescoldo para reavivar la fantasía, para recalentar con nuevo fuego su enfriado corazón y resucitar en él una vez más lo que antes había amado tanto, lo que conmovía el alma, lo que enardecía la sangre, lo que arrancaba lágrimas de los ojos y cautivaba con espléndido hechizo.
Para crear una paz interior, lo más importante es la práctica de la compasión y el amor, la compresión y el respeto por los seres humanos. Los más poderosos obstáculos para ello son la ira y el odio, el temor y el recelo. De modo que, mientras la gente habla de desarme en el mundo entero, cierto tipo de desarme interno es prioritario.
Hace falta curarnos del respeto a la ley. La ley no es respetable. Es el obstáculo a todo progreso real. Es una noción que es preciso abolir
Me he limitado casi siempre a complicidades banales, por un terror oscuro a enamorarme y sufrir. Basta con ser prisionero de un instinto, no quiero serlo también de una pasión, y creo sinceramente que no he amado nunca.
El verdadero terror es levantarse una mañana y descubrir que tus compañeros de instituto están gobernando el país
Mi deber es hacer cumplir la ley no sólo con medidas del resorte de la autoridad, sino con el ejemplo para atentar a los que con un escrúpulo infundado se retraían de usar el beneficio que les concedía la ley
Mucha buena gente que no sería capaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo
Personalmente no tengo ninguna duda de que a los historiadores de la ciencia del futuro les resultará misterioso que una teoría que puede considerarse impresentable, haya llegado a ser tan ampliamente admitida
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados
Luz os es dada para bien y para malicia
Muchas veces la malicia o la estupidez pondrán obstáculos a la nueva idea; de ahí que es preciso luchar arduamente para lograr la tolerancia mutua e incondicional. Sólo así la ciencia florece y avanza, pues su fundamento es la libre experimentación e investigación.