Llamamos, pues, cielo en un sentido a la entidad del orbe extremo del universo, o al cuerpo natural que se halla en el orbe extremo del universo: solemos, en efecto, llamar cielo a la extremidad del universo y a lo más alto, donde decimos también que reside toda divinidad.
Una extremidad apoyado sobre la montaña el río celeste.
Era tonto buscar el pezón izquierdo contra la voluntad de la muchacha en el primer encuentro. Oki había preferido explorar los puntos donde ella recibía con más placer sus caricias. Los encontró. Y entonces, justo cuando comenzaba a comportarse con más rudeza, la oyó pronunciar el nombre de Otoko.
Viraje del mundo hacia un 2002. Llega la atómica sin solución y estallará al fin. No es verdad la actual actitud de las naciones al decir y hablar de paz. Ellos comercian con la guerra organizada. Ellas atemorizan con el hongo azul, creyendo que jamás se llegará a las manos pero el recio amarillo dirá: ¡va! y en ofuscación ¡irá! después final de finales. Principio de principios. Luz
El mal no es nunca radical, sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.
¿Cómo podría descansar, se quejó roncamente, mientras vago por Dublín todo este tiempo con mi lote de canciones y él tras de mí tal que un alma en pena o un fantasma? Mi infierno, y el de Irlanda, están en esta vida.
De igual manera, siglo tras siglo, Bajo el escalpelo de la naturaleza y el arte, grita nuestro espíritu, desfallece la carne, originando el órgano del sexto sentido.