Recordar, siempre se necesita una mano que ayude, éllas están en el extremo de tus brazos. Mientras nos vamos haciendo más viejos, ellas nos recuerdan que una mano es para que te ayuden y la otra para ayudar.
Yo creo que la gente debería ser capaz de jugar en todas las posiciones del campo. Por eso es tan importante que todos escuchen durante las conversaciones tácticas. El extremo izquierdo no puede dormirse cuando el entrenador habla sobre el lateral derecho.
En las relaciones amorosas hay dos fases que se suceden casi sin solucion de continuidad: una, en la que despues de las discusiones es mejor reconciliarse de inmediato, ya que al fin y al cabo el reencuentro no puede aplazarse demasiado; y otra en la que conviene aprovechar la primera discusion que se tercie como pretexto para la ruptura, ya que esta es inevitable.
Al cabo de un cuarto de hora el montículo se había convertido en un hueco y aparecía a la vista más de la mitad de la bolsa. Imaginé que el contenido se habría recolocado a medida que avanzaba la descomposición y que los huesos se veían liberados de sus responsabilidades anatómicas. Si de huesos se trataba.
Arte -dijo Stephen- es la adaptación por el hombre de la materia sensible o inteligible para un fin estético.
En las relaciones amorosas hay dos fases que se suceden casi sin solucion de continuidad: una, en la que despues de las discusiones es mejor reconciliarse de inmediato, ya que al fin y al cabo el reencuentro no puede aplazarse demasiado; y otra en la que conviene aprovechar la primera discusion que se tercie como pretexto para la ruptura, ya que esta es inevitable.
La posibilidad de la inmoralidad humana no es la única objeción a la anarquía: Incluso una sociedad en la cual todos sus miembros fuesen completamente racionales e impecablemente morales, no podría funcionar en una situación de anarquía; Es la necesidad de leyes objetivas y el arbitrio de desacuerdos honestos entre los hombres el que necesita del establecimiento de un gobierno
La sociedad existe para el beneficio de sus miembros, no los miembros para beneficio de la sociedad
Si la cosa sigue así, al hombre se le atrofiarán todos los miembros salvo el dedo de apretar botones.
Sólo se puede entender verdaderamente el origen del dinero si aprendemos a considerarlo como una institución social, como el resultado espontáneo, el producto no planificado de los esfuerzos específicamente individuales de los miembros de la sociedad.
Ya no calculaba las posibilidades del cañón. Confiaba al máximo en la táctica, pero cuando toda táctica había llegado a su final, entonces abría las filas y ordenaba la poderosa intervención de los soldados mejor dotados.
Blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones.(Esta frase realmente fue pronunciada en 1960 por Deng Xiao Ping, máximo lider de la República Popular China desde 1978 hasta su muerte en 1997).
La (exactitud de la) ciencia se encuentra acotada por el límite impuesto por el principio de incertidumbre de Heisenberg, que a su vez define el caos subyacente a toda vida.
La humanidad se presenta hoy día de muchas maneras peculiares, y no hay límite a las cosas extrañas que dice y hace la gente humanitaria.
En cada brindis hay un compromiso, un amor por cada miembro y un adios pal indeciso
Las máquinas que se inventaron para servir al hombre en su tarea acabaron por adscribirle a su servicio; no eran ya, como las herramientas, una prolongación de su brazo, pues el hombre se convirtió en su mera prolongación, en un miembro periférico pegadizo y coadyuvante.
La casa, dios mío, rodeada de petreles sobre el acantilado y los vapores del océano, de portones batidos por el viento y cortinas en pedazos, con el anuncio hotel central en semicírculo en la fachada y los tres de la policía secreta, siempre de negro, con el brazo en alto al modo nazi, que bebían, en la salita de estar, la malta de la mañana.
Tu brazo contra mis piernas
¿Díganme, a ustedes les gustaría ver cómo uno de sus hijos se rompe una pierna o se estrella contra un árbol? ¿Verdad que no? Por eso no veo las carreras.
Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.