El que tiene mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego
Ningún timorato llegó a las altas cumbres
Una de las cosas más tristes es que lo único que un hombre puede hacer durante ocho horas, día tras día, es trabajar. No se puede comer ocho horas, ni beber ocho horas diarias, ni hacer el amor ocho horas... lo único que se puede hacer durante ocho horas es trabajar. Y esa es la razón de que el hombre se haga tan desdichado e infeliz a sí mismo y a todos los demás.
No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad.
Muy débil es la razón sino llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan.
La igualdad prescrita por la revolución no es si no la venganza del débil sobre el fuerte; es lo que ocurría en otros tiempos en sentido inverso, pero esta reacción es justa, es necesario que a cada uno le llegue su oportunidad.