Reconozco que yo también creí que el futuro de Occidente podía depender del Nuevo Orden. Para muchos la democracia se había mostrado decepcionante y el Nuevo Orden traía nuevas esperanzas. A la vista de todo lo que pasó se trataba naturalmente de un gran error haber podido creer en ello. (...) Mi ingenuidad de aquella época rozaba la necedad, podríamos decir que incluso la estupidez.
Me gusta ser hombre, ser persona, porque sé que mi paso por el mundo no es algo predeterminado, preestablecido. Que mi destino no es un dato sino algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar.
La vida me ha soportado demasiado sobre el pomo de la tierra, con esta piel culpable de todo y la huella indeleble de adioses...
Entre todas las mujeres que han dejado su huella en mi alma las mujeres dejan las cosas en cualquier sitio y su imagen en mi recuerdo, y aunque a estas alturas de mi vida rara vez encuentro algo en el desván de mi memoria, Katrina es tal vez la que más difícilmente podré olvidar.
Agradezco a los asistentes de pista de San Marino, que salvaron mi vida y trataron de salvar la de Ayrton
Velar entre todas esas cosas desconocidas ante un rompecabezas como éste es desesperante. Representa una línea de conducta que lleva a la demencia. Enfréntate con este mundo. Aprende sus usos, obsérvale, abstente de hacer conjeturas demasiado precipitadas en cuanto a sus intenciones; al final encontrarás la pista de todo esto.
Todo lo que veo es deseo venganza y trampa en la nación donde acampa la corrupción y el hampa, una estampa de desidia de conformismo y envidia la tibia fragilidad con la que lidian mis familias.
Hoy te ríes de quien quiere disfrazar tu espíritu, tu estampa en una rubia tonta que no sabe que es pensar