Las lágrimas transmiten con mayor elocuencia que mil estrofas juntas, un mensaje de dolor indecible, de profundo arrepentimiento o de amor inefable.
No es lo que el orador dice, sino quién es, lo que da peso a la elocuencia
Solamente el caos de la retórica confunde y modifica la coherencia histórica.
Un trasiego de tópicos, de alegre trapicheo con palabras vacías de sentido, de chatarra retórica sin hueso argumental ha acabado por vetar los debates sobre los problemas de los ciudadanos, los de ahora y los que han de llegar. Esa vaguedad no guarda ninguna relación con la inevitable abstracción de los principios, de los ideales.
Si soy la lengua sucia tu eres la palabra debil, si soy la causa de tu rabia en esta labia fértil
Buscar. No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.
La base política de mi gobierno, esta formada, por marxistas, por laicos y cristianos. Y respetamos el pensamiento cristiano, cuando ese pensamiento cristiano, interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo
Y aquí el Presidente del Gobierno de Euzkadi –sigue el discurso- católico, pregunta con el corazón dolido: ¿Por qué el silencio de la jerarquía? Yo le aseguro, señor Aguirre, con la mano puesta sobre mi pecho de sacerdote, que la jerarquía no calló en este caso, aunque no se oyera su voz en la tribuna clamorosa de la prensa o de la arenga política. Hubiese sido menos eficaz.
Ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar. ¡Huele a azufre todavía esta tribuna donde me ha tocado hablar! Ayer, señoras, señores, desde esta misma tribuna el señor Presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo el diablo, vino aquí hablando como dueño del mundo, como dueño del mundo. Un psiquiatra no estaría demás para analizar el discurso de ayer del Presidente de los Estados Unidos.