Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis.
El silencio es el signo de la sabiduría y la locuacidad es señal de la estupidez
Lo importante, en la elocuencia y en las artes, no está en lo que decimos, sino en lo que dejamos oír; no está en lo que pintamos, sino en lo que dejamos imaginar.
Soy poeta. Con tres años, ya era capaz de asombrar a cuantos eran testigos de la elocuencia con que manejaba nuestro ilustre idioma. Aprendí a leer y a escribir. Memoricé a los grandes, a los mediocres y a los muy malos. He ganado más guerras de poesía en los países sirios que cualquier otro contendiente.
Estas palabras son mías, de la afluencia de mi corazón: Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.
La belleza ha terminado por recurrir a la verborrea El color prohibido, 1951
Si soy la lengua sucia tu eres la palabra debil, si soy la causa de tu rabia en esta labia fértil
No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable.
Toda la oratoria de los promotores del gobierno omnipotente no puede anular el hecho de que hay sólo un sistema que resulta en una paz duradera: una economía de libre mercado. El control gubernamental conduce al nacionalismo y, por tanto, produce conflictos
Catire quita pesares contesteme esta pregunta cual es el gallo que siempre lleva ventaja en la lucha y aunque le den en el pico tiene picada segura.
Quiero dominar el mundo. Cada vez que alcanzo la cima de un pico descubro otro al que quiero subir. Es como si no pudiera parar. Quizá debería descansar y admirar el paisaje, pero no puedo. Tengo que seguir. ¿Por qué? No lo sé...
Se mueven en una paradoja extraña, decididos a ser indecisos, resueltos a la irresolución, firmes en dar tumbos, graníticos en la fluidez e importantes con todo su poder. Se está acabando la época del dejar las cosas para más tarde, de las decisiones a medias, de los expedientes tranquilizadores y desconcertantes y de las dilaciones. Ahora ingresamos en un periodo de consecuencias.
Cuando empecé a pintar barcos noté que lo hacía con fluidez y alegría, me había encontrado.