Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.
La creencia en la valor de la verdad científica no procede de la naturaleza, sino que es producto de determinadas culturas.
El hombre que presume, al primero que quiere convencer de su valía es a sí mismo.
Cuando te apegas a los objetos, cuando los usas para justificar tu valía ante ti mismo o a ojos de los demás, la preocupación por las cosas puede adueñarse completamente de tu vida. Cuando te identificas con las cosas, no las aprecias por lo que son, porque te estás buscando en ellas.
La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar
Me di cuenta que la gente sufre por un poco de dinero y que en innumerables casos son víctimas de los usureros. Así que decidí confeccionar una lista con el monto que requería cada persona en una aldea. Para mi sorpresa, la suma fue de 27 dólares. No lo podía creer
El Zen es, enfáticamente, un asunto de experiencia personal; si algo puede llamarse radicalmente empírico, eso es Zen. Ningún monto de lectura, de enseñanza, de educación ni de contemplación convertirá a uno enmaestro Zen.
Cada mañana, al despertar, resucitamos; porque al dormir morimos unas horas en que, libres del cuerpo, recobramos la vida espiritual que antes tuvimos cuando aún no habitábamos la carne que ahora nos define y nos limita, y éramos, sin ser, misterio puro en el ritmo total del Universo.
La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias.