Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ha sabido que no la amaba sólo como hermana