A veces pienso que nací para hacer honor a mi nombre. ¿Como podría no ser diferente teniendo el nombre de Madonna? Al final, hubiera acabado siendo monja o lo que soy ahora
Estoy muy contenta de haberlo leído. Me encantó la historia de la monja que comía tan delicadamente con los dedos, que jamás se manchaba de grasa. Nunca he podido presumir de eso, así que empleo un tenedor.
Una noche, cuando aún estaba en los brazos de la niñera, quise tocar la cafetera, que estaba hirviendo alegremente... La niñera me lo hubiese impedido, pero mi madre dijo 'Déjale que la toque'. Así que la toqué... y esa fue mi primera lección del significado de libertad.
La admiración es la hija de la ignorancia y la madre de la ciencia.