Es evidente que el común entusiasmo por la igualdad es, en un sentido fundamental, anti humano. Tiende a reprimir el florecimiento de la personalidad individual, de la diversidad y de la civilización misma. Es la búsqueda de la uniformidad de los salvajes.
Es universalmente admitido que hay una gran uniformidad en las acciones de los hombres de todas las naciones y edades, y que la naturaleza humana permanece la misma en lo que respecta a sus principos y operaciones.
Tal vez en la llaneza y en la humildad suelen a esconderse los regocijos más aventajados.
He mantenido conversaciones absolutamente maravillosas con obispos anglicanos, y sospecho que en un momento de franqueza podrían decir que no creen en la inmaculada concepción, Pero por cada uno de ellos hay cuatro que le dirían a un niño que se va a pudrir en el infierno por dudar.
La franqueza tiene sus límites, allende los cuales pasa a ser necedad
Y los que creen que la revolución se hace construyendo un nuevo edificio sobre los cimientos del viejo barracón estatal, que tengan al menos la sinceridad de decir que su positivismo los coloca en un terreno materialista que rechaza toda concepción utópica
La sinceridad es la raíz de todas las virtudes.
Un estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.
Detrás de la insolencia viene el insulto; más con los modosos está la sabiduría.
La mosca debe ser tomada como el símbolo de la impertinencia y la audacia; porque en tanto que los demás animales le huyen al hombre más que a otra cosa, y corren antes que él se les acerque, la mosca se posa sobre su nariz misma.
Manteneos hambrientos, conservad el atrevimiento
Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. El atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora.
Felicidad, no supe hasta este día que como un abanico entre sus pliegues guarda en sí ese paisaje deseado del aire, tú en ti misma te encerraras, sin que el hombre cansado consiguiera ver llegar a sus sienes la frescura de tu aliento.
Si tu frescura a veces nos sorprende tanto dichosa rosa, es que en ti misma, por dentro, pétalo contra pétalo, descansas.
¿A un día de verano compararte? Más hermosura y suavidad posees.
La Inmaculada Concepción de María Santísima: al deseo ardiente de no poner obstáculo entre Dios y mi alma, nada que sea pecado, ni mortal ni venial, ha de tener esta actitud; no por temor, sino por amor a nuestro Padre Dios cuya ley ha escrito Él en nuestras almas y a cuyo cumplimiento nos está cada día invitando con suavidad infinita.