La conciencia no es más que una palabra que emplean los cobardes para atemorizar a los valientes.
Soy partidario de alentar el progreso de la ciencia en todas sus ramas; y opuesto a poner el grito en el cielo contra el sagrado nombre de la filosofía; a atemorizar a la mente humana con historias de brujas para inducirla desconfiar de su propio juicio y a aceptar implícitamente el de otros.
Pero el hombre no es independiente, porque el movimiento comience en él, sino porque puede inhibir el movimiento. Rompe, pues, su propia espontaneidad y naturalidad.
Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
Es mas maduro simular afecto que amenazar con un revolver sin balas.
Como nuestra civilización burguesa se basa en la explotación de las razas inferiores y de los paises atrasados industrialmente, el primer beneficio de la revolución será amenazar esta civilización, permitir que se emancipen las llamadas -razas inferiores-. Pero ese gran beneficio se manifestara en una disminución considerable de las entradas de víveres hacia las grandes ciudades de Occidente
Bueno, los elementos básicos de cualquier política exterior libertaria son presionar al gobierno a que no haga nada en el extranjero, simplemente que recoja su tienda y se regrese a casa.
En una democracia amenazada por el terrorismo todos los ciudadanos deben considerarse, en cierto sentido, como soldados en una batalla común. No deben presionar a su gobierno para que capitule o se rinda ante el terrorismo.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.
Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus cómplices.
El totalitarismo es un intento por restablecer características de la sociedad de ayer en un marco moderno y de someter nuevamente al individuo al grupo e imponer valores únicos a toda la sociedad.
Debemos luchar contra el espíritu inconsciente de crueldad con que tratamos a los animales. Los animales sufren tanto como nosotros. La verdadera humanidad no nos permite imponer tal sufrimiento en ellos. Es nuestro deber hacer que el mundo entero lo reconozca. Hasta que extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no hallará la paz.
Y esto no es todo, amiga mía: nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor.