Soy partidario de alentar el progreso de la ciencia en todas sus ramas; y opuesto a poner el grito en el cielo contra el sagrado nombre de la filosofía; a atemorizar a la mente humana con historias de brujas para inducirla desconfiar de su propio juicio y a aceptar implícitamente el de otros.
La bomba atómica tiene por objeto atemorizar a los débiles, pero no puede decidir la suerte de una guerra
Cuando contemplamos a esos liberales universitarios, una vez más lamentamos que John Walker no haya recibido la pena máxima. Necesitamos ejecutar a la gente como John Walker para así intimidar físicamente a los liberales para que se den cuenta que ellos también pueden morir. De lo contrario se convertirán en traidores irredentos.
Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
La muerte es realmente una gran bendición para la humanidad, sin ella no puede haber un progreso real. Las personas que viven para siempre no sólo obstaculizan y desalentar a los jóvenes, sino que carecen de suficiente estímulo para la creatividad.
El meme para una fe ciega asegura su propia perpetuación por el simple expediente inconsciente de desalentar la investigación racional.
Y esto no es todo, amiga mía: nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.
Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus cómplices.
¡Qué religiones van a ser! ¡Qué civilizaciones! Civilizaciones la griega, y religiones el hinduismo, el budismo, el jainismo, que respetan a todos los seres vivos y no tratan de imponer verdades
Me enorgullezco de ser lo que soy, esto es: un hombre que antes de imponer sacrificios a los demás se los impone a sí mismo y que antes de llamar a la disciplina a los demás se somete a esa disciplina
Pídele a tu madre que te prepare un gran tazón de chocolate bien caliente y que luego te dé gran abrazo. No hay nada como el chocolate caliente y un abrazo para espantar las pesadillas.
Claro que hay otra forma de espantar el miedo, pero no es propiamente una receta, porque tiene que poner mucho de su parte el paciente. Consiste en pensar: A mí esto que me asusta no me va ni me viene, algo así como ver lejos lo que le está dando a uno miedo, para que se desdibuje.