La mentira, que una vez fue un medio liberal de comunicación, se ha convertido hoy en una más entre las técnicas de la desvergüenza con cuya ayuda cada individuo extiende en torno a sí la frialdad a cuyo amparo puede prosperar.
Solo en la ruta de mi destino sin el amparo de tu mirar, soy como un ave que en el camino rompió las cuerdas de su cantar
Me asilo en tu alma como un náufrago a la tabla de su salvación.
Los buenos curas se ven obligados a echarse fuera de la Iglesia para encontrar un asilo entre los profanos, es decir, entre los confesores de la fe nueva, entre nosotros, anarquistas y revolucionarios, que vamos hacia un ideal y que trabajamos gozosamente en su realización.
Estaba guapísima. De verdad. Llevaba un abrigo negro y una especie de boina del mismo color. No solía ponerse nunca sombrero pero aquella gorra le sentaba estupendamente. En el momento en que la vi me entraron ganas de casarme con ella. Estoy loco de remate. Ni siquiera me gustaba mucho, pero nada más verla me enamoré locamente.
Si fuera la patria como una madre cariñosa que da abrigo y sustento a sus hijos, si se les diera tierras y herramientas para sembrar, nadie abandonaría su patria para ir a mendigar el pan a otros países en donde se les desprecia y se les humilla
Si no entras en la madriguera del tigre, no puedes coger sus cachorros
El crecimiento del capitalismo ha sido una poderosa influencia en el desarrollo del museo como el albergue propio de las obras de arte, y en el progreso de la idea de que son cosa aparte de la vida común.
La abuelita del albergue sufre una destrucción más total en el film en colores que a causa de las bombas.
En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.
La libertad no está a más de una generación de extinguirse. No se la transmitimos a nuestros hijos a traves de la sangre. Debemos luchar, protegerla y entregársela a ellos para que hagan lo mismo, o un día pasaremos nuestros años de retiro contándoles a nuestros hijos que alguna vez en los Estados Unidos los hombres eran libres
El único rincón donde hay respuestas exactas, correctas y tal vez únicas es el de las matemáticas.
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Hasta una pluma que vuela puede dibujar tu figura, o el rayo que juega al escondite entre los muebles, o el guiño del espejo de un niño, desde los tejados.
Me desconcierta su alegría hasta que caigo en que la eliminación de los profesionales le da una posibilidad de supervivencia, igual que al resto de nosotros. Se me pasa por la cabeza salir de mi escondite y reclutarla como segunda aliada, pero lo descarto. Su sonrisa maliciosa tiene algo que me deja claro que si me hiciera amiga de la Comadreja acabaría con un puñal clavado en la espalda.
La poesía es a la vez un escondrijo y un altavoz.
Aún hay obtusos que creen que ser anticapitalista es vivir en una cueva e ir descalzo, que ridícula es la ignorancia prepotente
Solo, con la ventana abierta a las estrellas, entre árboles y muebles que ignoran mi existencia, sin deseos de irme, ni ganas de quedarme a vivir otras noches, aquí, o en otra parte, con el mismo esqueleto, y las mismas arterías, como un sapo en su cueva circundado de insectos.