Los árboles parecían cubiertos por flores de rocío. Era la sutil floración de la lluvia de primavera; una floración que casi todos pasaban por alto.
En virtud de la actividad sutil del ki, armonizamos la mente y el cuerpo y la relación entre el individuo y el universo. Cuando la actividad sutil del ki es malsana, el mundo cae en la confusión, y el universo, en el caos. La armonización de un ki mente - cuerpo unido con la actividad del universo es decisiva para el orden y la paz en el mundo.
Nuestro barco se había rendido a toda especie de juergas y perversiones. No se interpuso la más tenue barrera entre las profanas pasiones de la tripulación y el ilimitado placer de ellas.
Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme un palpitar de acuario submarino, quisiera, licor tenue al difumino, hundirme, decantarme, adormecerme.
El último de tus besos siempre fue el más dulce, la última sonrisa, la más brillante, el último gesto, el más grácil
Dejando a un lado unos cuantos escépticos, prototipos de decencia en la historia de la filosofía, los demás no tienen la más leve concepción de la integridad intelectual.
Nunca jamás una carta a nadie, un mensaje, un retrato, ni la más leve esperanza. Siempre, a través de los años, el mismo silencio, la misma espera sin fin. Tan sólo aquel airoso caballo negro y aquella alegre yegua blanca que, al caer la tarde, solían mirar el castillo desde un promontorio, para enseguida escapar muy junto galopando como alma que lleva el diablo y sacudiendo sin cesar las crines.
Cuando me miro en el espejo veo a la niña que era cuando yo era pequeña, con los tirantes, los dientes torcidos, una cara infantil y un cuerpo delgado
Cuando penetramos en el cuento de hadas, avanzamos por una galería compuesta íntegramente por espejos con cristales cóncavos y convexos en una mezcla grandiosa y falaz. Un espejo me muestra tan delgado como un alfiler, el siguiente me devuelve una imagen de obesidad aplastada. En el tercero, aparezco dividido por la mitad y ya no soy una persona, sino dos o tres o diez.
La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció.
¡Nunca hubiera creído, chiquillo, que fueras tan delicado de paladar! ¡Malo, malo, y muy malo! En este mundo hijo mío hay que acostumbrarse a comer de todo, porque no se sabe lo que puede suceder. ¡Da el mundo tantas vueltas!
Por un lado, nos encontramos con la administración de este hermoso y sutil planeta increíblemente delicado y frágil. Por otro lado, nos enfrentamos a los destinos de nuestros semejantes, a nuestros hermanos. ¿Cómo podemos decir que somos seguidores de Cristo, si esta doble responsabilidad no nos parece a nosotros la esencia y el corazón de nuestra religión?
Pero el hecho de que cada hombre económico, en cualquier país, acepte cambiar sus bienes por pequeños discos metálicos aparentemente carentes de utilidad como tales, o por documentos que los representen, es un procedimiento tan opuesto al curso normal de los acontecimientos que no puede parecernos sorprendente que hasta un pensador tan distinguido como Savigny lo encuentre claramente misterioso.
Con firmeza, con serenidad, con coraje, que son los valores que tenemos la inmensa mayoría de los Venezolanos, y que nos han distinguido por generaciones, y por lo que somos reconocidos, por lo que hemos hecho, por construir ésta república
A la modestia le sienta bien un grupo social selecto y cerrado. Ya en un grupo más numeroso el inmodesto se lleva siempre la palma...
El socialismo...Pese a haberse inspirado en las mejores intenciones y haber tenido por mentores tal vez a lo más selecto de la sociedad, no deja de constituir una grave amenaza para el nivel de vida y la existencia misma de una parte de la población actual.
Ya no cabe ninguna duda de que los seres humanos de la época de Shakespeare eran menos complejos y divididos que ahora; la vida moderna ha influido, cambiado y refinado al ser humano.
En ningún momento hay fin. Siempre hay que imaginar nuevos sonidos, nuevos sentimientos que transmitir. Y siempre, está la necesidad de mantener lo más refinado posible esos sentimientos y sonidos, de manera que podamos ver realmente lo que hemos descubierto en su estado puro, ver lo que realmente somos y poder transmitirlo.
Cuando la riqueza aumente y se concentre en pocas manos, cuando el lujo se imponga en la sociedad, la virtud será considerada en mayor grado un simple y elegante apéndice de la riqueza, y la tendencia será alejarse de los valores republicanos.
El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste.
¿Hasta cuándo no entenderemos que solo sin reglamentos, sin trabas, sin privilegios particulares pueden prosperar la industria, la agricultura y todo lo que es comercial, abandonando todo el cuidado de su fomento al interés de los propietarios? Poesía-prosa, El discurso en las Cortes de Cádiz sobre la abolición de las mitas.
El hombre que se muestre solícito y cortés con un extranjero demuestra que es ciudadano del mundo.
En la horca negra bailan, amable manco, bailan los paladines, los descarnados danzarines del diablo; danzan que danzan sin fin los esqueletos de Paladín.
Qué agradable es poder confesar sus intimidades en público, ¿No le parece, caballero? ¿Hay muchos en mi lugar que pueden sentarse impunemente- te a la mesa de un café y entablar una amable conversación con un desconocido como lo hago yo? No. Y, ¿Por qué no hay muchos, puede contestarme? No sé...Porque mi semblante respira la santa honradez.
En la misma visión, entendí los escritos de los profetas, de los Evangelios y de los demás santos y de algunos filósofos, sin haber recibido instrucción de nadie, y expuse ciertas cosas basadas en ellos, aunque apenas tenía conocimientos literarios, al haberme educado como mujer poco instruida
Ser educado quiere decir ser, por dentro, negro como el cuervo, por fuera, blanco como una paloma; en el cuerpo, hiel; en los labios, miel.
Tu espejo es un sagaz te sabe poro a poro, te desarruga el ceño te bienquiere te pule las mejillas te despeina los años, o te mira a los ojos te bienquiere te depura los gestos te pone la sonrisa te transmite confianza te bienquiere, hasta que sin aviso sin pensarlo dos veces se descuelga del clavote destroza
Porque el demonio es ahora más sagaz que antiguamente y tienta, no con la pobreza, sino dando riquezas
La ficción es una exploración del ser interior. (...) Los escritores llegan a conocer las cosas por medio de ciertas facultades que tienen. Eso es la vida interior. De eso están hechas las novelas, pero los escritores no sabemos cómo llegamos a ello. Creo que en parte se trata de un sentido de observación especialmente agudo que tenemos incluso desde la infancia.
Lo que hace tan agudo el dolor de los celos, es que la vanidad no puede ayudar a soportarlo.
Bebamos seis copas por Levia, siete por Justina, cinco por Licas, cuatro por Lide, y tres por Ida. Todas mis amantes cuéntense por el falerno servido, y como no viene ninguna, ven tú a mí, blando sueño
Daréis, hijo, las audiencias necesarias y seréis blando en vuestras respuestas y paciente en el oír, y también habéis de tener horas para ser entre la gente visto y platicado.
La composición total es una tentativa de crear un nuevo paisaje urbano mezclando pedazos fuertemente geométricos y simbólicamente cargados. El resultado es una constelación de formas geométricas bien definidas que compongan una nube con forma indeterminada.
El autoabastecimiento no está reservado a quienes poseen en el campo una hertarea de tierra. El morador de un piso urbano que aprende a arreglarse los zapatos se está volviendo, hasta cierto punto, autosuficiente: no sólo ahorra dinero, sino que acrecienta su satisfacción personal y su dignidad.
El misticismo es tan sólo la más compleja forma de ser afeminado y decadente. El único lado útil de la inutilidad.
Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo hasta al dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí!
No tiene sentido estar apegado exclusivamente a esta vida, ya que por muy larga que sea, no podemos vivir más de determinada cantidad de años. Por eso no importa cuánta riqueza o recursos acumulemos en esta vida. En ese momento no nos servirán de nada.
Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de desagradar.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y antepone la cantidad numérica y su peso inerte al privilegio sempiterno de la fuerza y del poder
El pulido y el acabado son al estilo lo que el barniz a los cuadros; los conserva, los hace durar, de alguna manera los eterniza.
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter.
Toda la Tierra está al alcance del sabio, ya que la patria de un alma excelente es el Universo.
Cuando oigo hablar de ideas liberales siempre me asombra ver como los hombres se entretienen tan a gusto con palabras hueras: ¡una idea no puede ser liberal! Deberá ser vigorosa, excelente y perfecta en sí misma para que cumpla con la divina misión de ser productiva. Menos aún podrá ser liberal un concepto, pues tiene una tarea totalmente distinta.
La progresía es, ni más ni menos, el sumidero por donde se han ido las ideas de la izquierda. La progresía es quedarse en la reforma de una serie de aspectos sociales, como los matrimonios homosexuales o las medidas de discriminación positiva de la mujer, mientras que se deja intacta una realidad económica injusta
Que las mujeres no lo querían dejar...Por las cosas que pasan en la cama. -Pero, Mabel, yo no estoy de acuerdo. Las mujeres se enamoran de él porque es muy buen mozo. Eso de la cama, como decís vos, no. Porque hablando la verdad, una vez que se apaga la luz no se ve si el marido es lindo o no, son todos iguales. ¿Todos iguales? Nené, vos no sabés entonces que no hay dos iguales.
Fue un lindo gol, pero no una maravilla. Raquel Welch es una maravilla, no un gol.
La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la naturaleza y antepone la cantidad numérica y su peso inerte al privilegio sempiterno de la fuerza y del poder
Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de desagradar.