Esta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno.
Las empresas fuertes reinvierten en las personas y en los centros de trabajo; ofrecen puestos de calidad y seguros que otorgan a sus empleados tiempo, recursos y beneficios espirituales, lo cual repercute de manera importante en sus comunidades.