Los hombres geniales son meteoros destinados a abrasar para iluminar su tiempo.
Ten fe en el progreso. La madre Tierra se enorgullecerá dentro de poco al ser pisada por hombres en vez de rebaños. El sol comienza a besar sus frentes en lugar de quemar sus espaldas. ¡Ánimo, hermano!
Voy a volverme cómo el fuego, voy a quemar tus puños de acero. Y del morao de mis mejillas saldrá el valor pa cobrarme las heridas