No trates de cambiar tu deber por el de otro, ni descuides tu trabajo por hacer el de otro. No importa lo noble que éste pueda ser. Estás aquí para descubrir tu propio camino y entregarte a él en cuerpo y alma
A un nivel más general, si quiere usted cambiar su realidad externa, cambie primero su realidad interna.
Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos.
Las relaciones cotidianas son tales que con la mayor parte de nuestros buenos conocidos no volveríamos a intercambiar una sola palabra si oyésemos lo que dicen de nosotros en nuestra ausencia