La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa.
La sensualidad nos queria persuadir de que estabamos enamorados, pero la razon se resistia al engaño. Entonces la fantasia brindo su oportuna ayuda
Nada hay tan difícil como la franqueza, ni nada tan fácil como la adulación. La adulación es agradable, y todos la escuchan con cierta delectación, con una delectación grosera quizá, pero delectación al fin
Decidí que la vida racionalmente considerada parecía inútil y fútil, pero seguía siendo interesante de muchas maneras, incluyendo el estudio de la ciencia. ¿Por qué no llevarla a cabo, siguiendo el camino del hedonismo científico? Además, yo no tuve el valor para el más racional procedimiento del suicidio
La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa.
El mundo lo llama placer. Mi tío lo colecciona -lo mantiene limpio y ordenado, en estantes protegidos, pero lo conserva de un modo extraño no para su propio deleite, no, eso nunca; más bien, porque proporciona combustible para la satisfacción de una curiosa lujuria. Me refiero a la concupiscencia del bibliotecario.
El hedonista ejerce el difícil arte de establecer la paz consigo mismo
Al sexo le pasa como a la memoria, si no se utiliza, desaparece
Solo hay dos temas que importan, uno es sexo y el otro es muerte, de que otra cosa podríamos hablar. Y la mayoría de las películas hablan todo el tiempo sobre sexo y muerte, y mis películas se refieren al sexo y a la muerte entonces... ¿cuál es el problema?