Yo no reaccioné como hubiese debido ante la dictadura, y como reaccionaron tantos otros que fueron torturados, asesinados y obligados al exilio. (...) Yo fui sólo un turista en el infierno.
Estamos en Singapur y hemos hecho un poco de turismo. ¡Ahora toca pedir comida al servicio de habitaciones y ver un maratón de Friends! Hemos acabado en medio de una manifestación y solo hay una cosa que se puede hacer en estas ocasiones: ¡una foto de turista con el pulgar levantado!
Después de echar un vistazo a este planeta, un visitante de otro mundo diría: quiero ver al manager.
Hoy, juro por mi hijo que he ido a celebrar el gol con él, que está siempre detrás del equipo visitante (aquel día, el Villarreal). Espero que cuando uno jura por su hijo, como mínimo le crean. Soy un padre loco por sus hijos y no jugaría más si no fuera verdad
El caminante que sube a una montaña se vuelve dueño de sí mismo y responsable de su propia vida: no está sometido a los caprichos de los elementos como el navegante aventurero sobre los mares; menos aún como el viajero transportado en ferrocarril, simple carga humana facturada, etiquetada, controlada y expedida a hora fija bajo la vigilancia de un empleado uniformado.
No soy un aventurero por elección, sino por el destino
Soy un explorador solitario que perdió la brújula y el mapa.
Ningún ángel visitante, ningún explorador de otro planeta, hubiera podido sospechar que en este orbe suave proliferaban las alimañas, unas bestias incipientemente angélicas que se torturaban a sí mismas y dominaban el mundo.
La vida quizá es una larga calle por la que pasa cada día una mujer con una cesta, quizá es la cuerda con la que un hombre se cuelga de un árbol. La vida quizá es el niño que vuelve de la escuela, quizá es ese cigarrillo que se enciende en la pausa entre dos abrazos o esa mirada absorta del transeúnte que se quita el sombrero y saluda: ¡buenos días! Con una sonrisa insignificante.