Playboy es la marca americana más reconocida en todo el mundo después de Coca-cola. Es un Paseo de la Fama de Hollywood para cuerpos femeninos. Mi padre me echó de casa a los 16 por trabajar en una tienda de lencería y llevar panties negros de encaje, pero cuando vio mi portada para Playboy, volví a ser su hija de nuevo
Sed siempre sinceros con Jesús y con todos, no sigáis el ejemplo de Judas, cuya culpa más grande fue la falsedad, que es la marca del diablo. Canal oficial del Vaticano en YouTube.
Los disparos produjeron un eco áspero y resonante en el estrecho espacio que había entre las paredes de ladrillo. Terry extendió el brazo, puso la pistola a la altura de los ojos (la Tokarev rusa, que era grande y pesada y parecía un Colt 45 antiguo) e hizo con ella la señal de la cruz sobre los muertos.
La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con dios.
He obedecido una vez sin razón a la llamada de la campanilla nocturna; es irreparable para siempre
Veo un muro gris, un serio muro gris en el que el sol viene a pegarse como una estampilla la mitad del año, como una araña achatada, como una pasta amarilla que a la tarde se envuelve apergaminada hacia arriba. Veo también una pequeña ventana y en ella una cabeza enmarañada, sin peinarse y sin cuerpo, desnivelada al filo de una batiente abierta, con la mirada puesta lejos como hacia adentro.
—Señorita Cripslock, señorita Cripslock... esta mañana me he levantado sin otra idea en la cabeza que adelantar papeleo de la Oficina de Correos y a lo mejor resolver el problema del dichoso sello Especial Verde Col de veinticinco peniques. Ya sabe, el que da una col si se planta. ¿Cómo puede esperar que tenga ideada una nueva iniciativa fiscal para la hora de la merienda?
Pero el alma humana sólo vive, de su incesante esfuerzo, por marcarse en todo, como sello imperial.
Parece ser que el inventor de la cornamusa se inspiró ante la visión de un hombre que llevaba bajo el brazo un cerdo furibundo y asmático. Desgraciadamente el sonido creado por el hombre nunca ha obtenido la pureza del sonido obtenido por el animal
El nombre de una persona es para ella el sonido más dulce e importante que pueda escuchar.
El violín es el símbolo principal, el arco es algo personal pero el violín es el alma de la humanidad. Además, el pequeño pedazo de madera que sostiene la tapa es el alma...Y el ajuste del alma es una cosa muy delicada porque el menor movimiento que no permite la adhesión completa impide que la sonoridad se exprese por completo.
La propia posición de nuestra escuela, generalmente maravillada ella misma por la sonoridad de la palabra, por la memorización de los fragmentos, por la desvinculación de la realidad, por la tendencia a reducir los medios de aprendizaje a formas meramente nacionales, ya es una posición característicamente ingenua.
La amistad es como la música: dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque sólo toquéis una
Orfeo era humano, pero tocaba como un dios, y eso le hizo perder parte de su humanidad y convertirse en semidivino. Lo único que importaba era el tono perfecto, la nota última. Y entonces, como debe sucederles a todos los dioses, él... Se enamoró y volvió a ser humano.
Nos apoyamos sobre todo en el boca a boca, no en vano Internet es una formidable caja de resonancia
La tierra es un conductor de resonancia acústica
La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad.
Sobre lo que el público piensa de él: Un bocazas escupe-mierda de Manchester... y estarían totalmente en lo cierto. (The Times, Agosto 2008).
Sin silencio no es posible apreciar realmente la vida, cuyas fibras más sutiles son tan delicadas como in botón de rosa.
Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas.
El sonido profundo de una enorme campana de templo budista resonaba con largos intervalos y la prolongada reverberación traía a la conciencia el Japón de antaño.
Tu nombre es una campana de oro que pende en mi corazón. Me rompería en pedazos si te llamara una sola vez por tu nombre.