Pero con una cosa me contento; que aunque pueda quitarme la esperanza, no me puede quitar el pensamiento.
La fama es un efluvio; la popularidad, un accidente; las riquezas, efímeras. Sólo una cosa perdura: el carácter
Porque la amaba estrepitosamente y la amo todavía, como se ama el retrato desteñido de la madre desconocida o el cacharro roto.