No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... el tronco seco dará nuevas hojas
El tronco estaba dividido por la cintura. La parte superior del torso yacía con los brazos doblados en los codos, con las manos colocadas hacia adentro y descansando en el estómago. Era una posición adecuada para un ataúd, salvo que los dedos no se entrelazaban.
En ese instante sentí una horrible tristeza y, sin embargo, algo así como un brote de risa empezó a cosquillearme el alma.
Soy la Ira. No tengo padre ni madre y broté de la boca de un león cuando yo apenas tenía media hora de vida. Desde entonces siempre ando por el mundo con esta caja de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no puedo herir a otros.
Miles de años atrás, un gran hombre descubrió cómo hacer fuego. Probablemente fue quemado en la misma estaca que había enseñado a encender a sus hermanos
Cuando tengo una estaca en la mano y un revólver en el bolsillo, no lo tengo miedo a nadie. Soy fuerte como si estuviera sólo y precisamente porque lo estoy.