El mundo de la televisión imposibilita que los individuos participen en lo que debería ser una conversación nacional.
A veces desearía tomarme una pastilla que me permitiera distraerme con la televisión y disfrutar con las cosas simples de la vida en vez de ser tan crítico y esperar auténtica calidad en lugar de porquería
... la televisión también es un medio unidireccional. Los individuos reciben pero no envían, escuchan pero no hablan, les dan información pero no la comparten, no hacen comentarios que los demás puedan escuchar. Por lo tanto, de manera automática, su capacidad de utilizar las herramientas de la razón, como participantes en la conversación nacional, queda paralizada.
La televisión es un arma de doble filo, con la que incluso el espectador puede llegar a suicidarse.