La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones
Cómo decir, amor, en qué momento te rompes dulcemente entre las manos, sin quejas, sin recuerdos, sin arcanos y tal vez sin temor ni sufrimiento.
Hay hombres capaces de sentir y hasta de sentir delicadamente e incapaces de exteriorizar sus sentimientos.
Una amistad delicadamente cincelada, cuidada como se cuida una obra de arte, es la cima del universo
La armadura de falsedad se desenvuelve sutilmente en la oscuridad y encubre a un hombre no sólo al resto de los hombres sino también a su propia alma.
Otoko seguía amando a Oki (... ). ¿Pero era posible que esos amores hubieran permanecido inalterables desde los tiempos en que habían sido una realidad tangible? ¿No cabía la posibilidad de que algo de esos mismos amores se hubiera transformado sutilmente en amor por si misma?
No amaba menos, sino al contrario. Pero el peso del amor, como el de un brazo tiernamente posado sobre un pecho, se hacía cada vez más difícil de soportar
Usted cree que yo soy un hombre y usted una mujer. Eso no es verdad. Yo soy un cazador de hombres y usted algo que ha estado corriendo delante de mí. No hay nada humano en ello. De la misma manera podría esperarse que un perro de caza jurara tiernamente con la liebre que atrapa.
El bagaje técnico del Jeet Kune Do es muy amplio, tan amplio como tu imaginación te lo permita, recuerda el no límite como límite, asentados sobre una sólida base, como es una guardia lateral, con rodillas ligeramente flexionadas, talones levemente levantados y desplazamientos laterales realizados sobre las puntas de los pies.
Algún mecanismo automático chasqueó levemente en el voluminoso cerebro de la joven. Sintió que las rodillas se le aflojaban y una sensación de frío en el estómago. Se había enamorado de aquel hombre.
Creo que la vida pone a cada uno en su lugar, y al final hacerte mala sangre la padeces tú, porque al que le has pagado la cuenta se va tan tranquilamente
Para poder escapar las penas eternas de la otra vida, procura sufrir tranquilamente por Dios los males de ésta
La dicha más hermosa del hombre que piensa es haber escrutado lo escrutable y venerar serenamente lo inescrutable.
Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila.
No nos lamentemos, esforcémonos por someternos mansamente a la voluntad de Dios cuando lleguen esas pequeñas molestias diarias
Mi afectuoso saludo se dirige ante todo al querido Padre Maciel. Este feliz aniversario invita a recordar los dones que él ha recibido del Señor. Es indispensable cultivar una constante intimidad con Cristo, esforzándose por seguirlo e imitarlo dócilmente
Te duele la victoria, y dócilmente a cuestas tu destino de amor llevas, delicada y sangrienta vida mía
Mientras haya hombres necesitados de alegría, hombres que, agotados por la tensión trágica de las pasiones, quieran escuchar la música misteriosa de la poesía que fluye quedamente de las cosas, las novelas de Dickens retornarán también incesantemente.
En tus bucles morenos entrelazo quedamente los preciosos diamantes de mis versos más puros, y en la oscura fuente de tus ojos luminosos ávido arrojo mi enamorado corazón.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid, por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, ¿Qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
La vida era una piedra que lentamente se iba gastando y afilando.
Para poder escapar las penas eternas de la otra vida, procura sufrir tranquilamente por Dios los males de ésta
Te mira. Te absorbe lentamente bebiéndote hasta que tu ojo ve lo que yo tranquilamente veo. Me cierro en torno a ti. Te transformo. Y no te dejaré nunca más.
Daréis, hijo, las audiencias necesarias y seréis blando en vuestras respuestas y paciente en el oír, y también habéis de tener horas para ser entre la gente visto y platicado.
Como en cuna de nacar que empuja el mar y que acaricia el cefiro, dormir parecia al blando arrullo de sus labios entreabiertos
La corriente alterna, especialmente de alta frecuencia, pasa con sorprendente libertad incluso a través de gases ligeramente enrarecidos
Mar adentro, pequeñas olas, silenciosas y regulares, iban y venían, como si alguien sacudiera ligeramente una sábana.