La moderación es un temor a caer en la envidia y en el desdén que merecen los que se embriagan con su dicha; es una vana ostentación de la fuerza de nuestro ánimo; y finalmente, la moderación de los hombres que se ven muy encumbrados es un deseo de parecer más grandes aún que su buena fortuna.
No está en mi naturaleza gastar dinero con moderación cuando estoy teniendo un buen momento
La frugalidad compromete todas las demás virtudes.
La crianza y el buen comedimiento más honra al que la hace que no al que se le hace.
En la contención es donde primero se muestra el Maestro.
Un chico criado en familia, con amor, con ternura y valores, tiene muchas más chances de ser mejor en la vida que aquel chico desamparado que carece de ese marco de contención familiar y que termina sobreviviendo en un ámbito de agresividad y desprotección.
La abstinencia es buena tanto para la cabeza como para el bolsillo.
Los pocos poemas que han sido ocasionalmente creados en época de abstinencia no son de gran interés.
Para declarar como virtuoso a un sentimiento, a un acto cualquiera, no basta reconocer en él alguna señal de sacrificio, de austeridad o de bondad; es preciso mirar ante todo si, por ventura, no es opuesto a los deberes de la justicia y de la caridad universal.
La austeridad es una de las grandes virtudes de un pueblo inteligente.
Los que padecen perturbaciones mentales no aplican el principio de parsimonia Científica: la teoría más simple para explicar un cierto conjunto de datos. Prefieren el barroquismo.
Sin consideración, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mío construyeron. Y ahora estoy aquí y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espíritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer.
Constrúyase un cielo más bien cóncavo. Píntese de verde o de café, colores terrestres y hermosos. Salpíquese de nubes a discreción
Una onza de discreción vale por una libra de ingenio.
Un comportamiento sexual que pueda, en justicia, ser llamado continencia es tan insólito que prácticamente no cuenta en absoluto
Demasiado libertinaje en la juventud seca el corazón, y demasiada continencia atasca el espíritu.