Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.
Existe una simulación de la inteligencia, como hay una simulación de la virtud.
La simplicidad afectada es una impostura refinada.
El fundamentalismo es siempre una falsificación de las religiones.
La falsificación genera un problema sólo si tiene éxito, es decir, siempre que la falsificación esté tan bien diseñada que no se descubra.
La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.
La verdadera revolución, tarde o temprano, debe instaurar el diálogo valeroso con las masas. Su legitimidad radica en el diálogo con ellas, y no en el engaño ni en la mentira.
No era ficción de tiempos remotos: una piedra de azul celeste, al fondo del barranco sin sol, muestra aún claramente las pisadas que los pequeños elfos, en la escena pulida dejaron, al danzar con brillante cortejo (... ).
Ser todo tuyo...Intimidad divina...No son palabras, ni ficción o juego, sino lucha interior que a sangre y fuego se traba, y sólo con morir termina. O muere el propio amor, o lenta y triste se alarga de por vida la contienda, hasta que el alma a costa suya entienda que a tu exigencia en vano se resiste.
El método seduce especialmente a gentes sometidas a una ética laboral implacable: alemanes, japoneses y norteamericanos. La utilización de una cámara aplaca la ansiedad que sufren los obsesionados por el trabajo por no trabajar cuando están en vacaciones y presuntamente divirtiéndose. Cuentan con una tarea que parece amigable imitación del trabajo: tomar fotografías.
Toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio
El mundo es una comedia para los que reflexionan y una tragedia para los que sienten.
Los hombres de esta raza se esfuerzan por ocultar su temor aun entre ellos mismos. Los guerreros ríen y se chancean con exageración y hacen un despliegue irrazonable de conducta despreocupada. De este modo prueban lo contrario y la verdad es que su intento de disimular es infantil, tan ostensible es su comedia de no ver la verdad.
Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, pero no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero
Me meto en este berenjenal por competencia desleal. Porque la farsa y la mascarada son mi terreno, y la política debería ser el arte de la sensatez.
Los modales -se nos dice- son, en parte, una estilización de los gestos y en parte supervivencias simbólicas y convencionalizadas que representan actos anteriores de dominio o de servicio o contacto personal. En gran parte son expresión de la relación de status -una pantomima simbólica de dominación por una parte y de subordinación por otra.
Dicen que la pantomima es un arte perdido. Nunca ha sido un arte perdido y nunca lo será, porque es muy natural.
La dicha está sólo en la esperanza, en la ilusión sin fin
El deseo humano de un principio, un medio y un fin y un fin apropiado a la magnitud de ese principio y ese medio no se realiza tan cabalmente como en las obras que Coleman enseñaba en la Universidad de Athena. Pero fuera de la tragedia clásica del siglo V aC, la esperanza de conclusión, y no digamos de una consumación justa y perfecta, es una ilusión demasiado necia para que la tenga un adulto.
Al escribir esta obra, no he querido añadir nada en absoluto a la belleza de los Diálogos de Platón: no se trata más que de un acto de piedad, de una ensoñación de artista, de un humilde homenaje...La estética de esta obra se consagra a la claridad, la sencillez la acompaña, la dirige. Es todo. No he deseado otra cosa.
La imaginación está hecha de convenciones de la memoria. Si yo no tuviera memoria no podría imaginar
Una mujer con imaginación es una mujer que no sólo sabe proyectar la vida de una familia, la de una sociedad, sino también el futuro de un milenio
No se puede establecer ninguna correlación, por ejemplo, entre el travestismo o el transgénero y la práctica sexual, y la distribución de las inclinaciones heterosexual, bisexual y homosexual no puede determinarse de manera previsible a partir de los movimientos de simulación de un género ambiguo o distinto.
Existe una simulación de la inteligencia, como hay una simulación de la virtud.