Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.
Existe una simulación de la inteligencia, como hay una simulación de la virtud.
Habría que estar en su lugar primero. La suposición está siempre por debajo de la realidad. El sufrimiento no se supone, hay que sentirlo. Además, el instinto de conservación es tan poderoso...Y, en medio del dolor, de la infidelidad. Siempre hay algo que nos liga a la vida.
A veces un hombre desea conocer el resultado de una acción, y entonces piensa en una acción parecida y en los resultados sucesivos a que ésta dio lugar, en la suposición de que acciones semejantes se seguirán de resultados semejantes.
El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.
Entre el pensamiento y la palabra hablada existe una fisura en la que puede penetrar la intención, el símbolo puede ser abstraído y la mentira admitida en la existencia.
Si no me engaño me parece buena la siguiente proporción: cinco partes de lectura, cuatro de meditación, tres de escritura, que la lima reducirá a dos, y de estas dos sacar sólo una a la luz pública.
La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.
La realidad, con su sentido mal leído y el énfasis mal situado, es la ficción
A finales del siglo XX el joven Montano, que acababa de publicar su peligrosa novela sobre el enigmático caso de los escritores que renuncian a escribir, quedó atrapado en las redes de su propia ficción y se convirtió en un escritor que, pese a su compulsiva tendencia a la escritura, quedó totalmente bloqueado, paralizado, ágrafo trágico.
Allí donde se retuerce y se curva el Dragón, por ser una sede cercana a la Verdad, se coloca la Prudencia con sus damiselas Dialéctica y Metafísica; a su alrededor se hallan a la derecha la Astucia, disimulo y Malicia y a la izquierda la Estupidez, la la Inercia, la Imprudencia.
La falsedad y el disimulo son útiles dentro de la vida social. Yo esta condición no la he tenido, y creo que el no tenerla me ha perjudicado más que otra cosa. También me ha perjudicado un poco, al tratar con propios y extraños, el no tener solemnidad.
El mal de la calumnia es semejante a la mancha de aceite: deja siempre huellas.
Todas las clases reaccionarias en todas las épocas históricas, cuando el antagonismo entre explotadores y explotados llega a su máxima tensión, presagiando el advenimiento de un nuevo régimen social, han acudido a las peores armas de la represión y la calumnia contra sus adversarios.
El anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña
Todo capricho surge de la imposición de la voluntad sobre el conocimiento.
La astrología es una ciencia que tienen por golosina los cobardes, sin otro fundamento que el crédito de los supersticiosos. Es un falso testimonio que los hombres mal ocupados levantan a las estrellas.
El hombre silencioso no presta testimonio contra sí mismo.
Por favor...a mi no me gusta la boberia esa de las palmadas... y si no les gusta que les digan eso, no vengan mas a mis conciertos, vaya... mamey, conmigo no tienen problema....yo estoy loco por retirarme
La hipocresía y la culpa son hermanas gemelas.
Un gobierno conservador, una hipocresía organizada...
Tenemos la costumbre de burlarnos de los intelectuales por su duplicidad hamletiana, por sus dudas e indecisiones. Yo, en mi juventud, despreciaba en mí todos estos rasgos. Ahora pienso diferente: la humanidad está en deuda con los indecisos y los dubitativos por sus grandes descubrimientos, por sus grandes libros
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados