No le sorprenda, joven, que yo le hable así, pues hay una porción del pensamiento que llamamos propio y que sólo nos pertenece como el aire que envuelve nuestro planeta
Lo que denominamos el mal es la inestabilidad inherente a la humanidad entera que lleva al hombre fuera de sí, más allá de sí, hacia un algo insondable, exactamente igual que si la Naturaleza hubiese infundido en nuestra alma una irremediable porción de inestabilidad, procedente de sus restos de antiguo caos
En el exterior es energía pura y una sustancia incolora. Todo lo demás ocurre a través del mecanismo de nuestros sentidos. Nuestros ojos ven sólo una pequeña fracción de la luz del mundo. Se trata de un truco para hacer un mundo de color, que no existe fuera de los seres humanos
En Santo Domingo no hay más que un pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra esta ley, contra este querer del pueblo dominicano...
Las palabras no pueden expresar más que un pequeño fragmento del conocimiento humano, porque lo que podemos decir y pensar es siempre inmensamente menor de lo que experimentamos.
Somos libres, somos civilizados, lo que vale de poco, si impedimos a cualquier fragmento de la raza humana de participar en igual medida de la libertad y la civilización.
La mayoría de las personas hoy en día siguen creyendo, tal vez inconscientemente, en el universo heliocéntrico... Todos los periódicos en la tierra tiene una sección de astrología, sin embargo, todavía son pocos los que tienen algún contenido sobre astronomía
La chica rara, cuyo reinado inauguró la heroína de Carmen Laforet, no sólo rechazaba la retórica idealización de sus labores predicada por la sección Femenina, sino que empezaba a convivir con una idea inquietante, difícil de encajar y de la que cada cual se defendía como podía: la de que no existe el amor de novela rosa.
Estoy solo en el último tramo de la ausencia y el dolor hace horizonte en mi demencia.
Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente. La mentira no es algo que se oponga a la verdad, sino que se sitúa en su finalidad: en el vector que separa lo que alguien dice de lo que piensa en su acción discursiva referida a los otros. Lo decisivo es, por tanto, el perjuicio que ocasiona en el otro, sin el cual no existe la mentira.
Cuando yo empecé el cómics era todavía un nicho por explorar, la gente se escondía para leerlo. Hoy día ya es parte importante de la cultura pop, se encuentra reconocido y se lo aprecia de manera universal.
Todo el mundo tiene una religión. Tenemos receptores de religión en las neuronas, o algo así, y nos agarramos a cualquier cosa que llene ese nicho para nosotros.