Asearse con esmero, no es cuestión de opinión política sino de higiene y educación
No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad. Pero esa mujer me ha dado una esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir. Ya no estoy muerto: estoy enamorado.
El aseo del vizcaíno es proverbial ; el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. Oíd hablar a un vizcaíno, y escucharéis la más eufórica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español, y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.
Nunca se está más cerca de Dios que en la aflicción, que induce a la purificación del alma.
El rejuvenecimiento del espíritu no es un simple retorno a la misma figura; es una purificación y elaboración de sí mismo.
Si la depuración es el proceso de eliminar errores, entonces la programación debe ser el proceso de introducirlos
La escuela enseña que los errores son malos; la última cosa que uno desea es examinarlos, detenerse en ellos, o reflexionar sobre ellos...La filosofía de la depuración propone una actitud opuesta. Los errores nos benefician porque nos llevan a estudiar lo que sucedió, a comprender lo que anduvo mal y, a través de comprenderlo, a corregirlo.
Ésta es la hora de la reparación nacional a la que todos tenemos que aportar, es la hora de la gran revolución democrática, la única que el pueblo quiere y espera y que restaurará las fuerzas morales de la nacionalidad.
Considero que el barco tiene tres momentos: el nacimiento en el astillero, la vida activa en las aguas y la muerte en el cementerio de barcos. Como los seres humanos los barcos pasan por tres etapas esplendor, reparación y cementerio.
En la epopeya hay que mostrar, hasta en los rasgos del personaje, el destino que le aguarda, como se prevé el sacrificio hasta en el arreglo de las flores que servirán de corona a las víctimas.
No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.
Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo y el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer.
No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad. Pero esa mujer me ha dado una esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir. Ya no estoy muerto: estoy enamorado.
El aseo del vizcaíno es proverbial ; el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. Oíd hablar a un vizcaíno, y escucharéis la más eufórica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español, y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.
Nadie puede corromper ni purificar a otro, somos nosotros mismos responsables de nuestra propia purificación
Si sabes que esos dolores -físicos o morales- son purificación y merecimiento, bendícelos
Los talleres de reparación de automóviles se deben construir según el principio de desempaño de tareas. Los automóviles se conducen hasta el taller y permanecen en un mismo sitio hasta ser reparados completamente.
Ésta es la hora de la reparación nacional a la que todos tenemos que aportar, es la hora de la gran revolución democrática, la única que el pueblo quiere y espera y que restaurará las fuerzas morales de la nacionalidad.
En la epopeya hay que mostrar, hasta en los rasgos del personaje, el destino que le aguarda, como se prevé el sacrificio hasta en el arreglo de las flores que servirán de corona a las víctimas.
Si hay cosas que pueden existir o no existir, es necesario que esté determinado un tiempo máximo para su existencia y su inexistencia; quiero decir un tiempo durante el cual es posible que la cosa exista con arreglo a cualquier forma de predicación, verbigracia: hombre, blanco, de tres codos u otra cualquiera de las cosas de este tipo.
Obviamente, la compostura de un programa, la da la voz que sale al aire: de un locutor, animador, comentarista, periodista, etc. Esta voz no necesariamente tiene que destacarse por ser microfónica, sino por ser lo suficientemente clara, con buena tonalidad, animada y con buen ritmo
Se supone que soy el soldado que nunca pierde la compostura aunque soporte todo el peso del mundo en mis hombros.