La tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños.
No veo una separación entre lo que me imagino y lo que se percibe que me imagino. Como la música es un artificio, es como estar adentro de las canciones. Cada vez me doy más cuenta de que uno quiere admitir algo que no se puede admitir.
¿Usted mantendría la misma relación con una estructura que lo califica como me calificó el Athletic a mí? Todos sabemos que los que mandan viven de la autoridad, o de la imagen de la autoridad, tanto de la autoridad genuina como de la imagen de autoridad. Si el club me desautoriza de semejante manera, lo único que puedo hacer es decir ‘yo no miento’, y asumo que me han tratado de ese modo. Pero eso no quiere decir ni que tenga problemas personales, ni que esté enamorado del trabajo que estoy haciendo. Y eso no significa de ninguna manera a que haya desunión
Lograremos la justicia como fruto de la solidaridad boliviana. Porque no ha de ser la justicia social engendro de odio y fruto de desunión nacional. Los comunistas de esta tierra, al ver que este pueblo se levanta libre y nacionalista, quisieran ponerlo en el potro de la lucha de clases, para descoyuntar como a Túpac Amaru el cuerpo de esta Patria que debe ser unida y fuerte.
La propia posición de nuestra escuela, generalmente maravillada ella misma por la sonoridad de la palabra, por la memorización de los fragmentos, por la desvinculación de la realidad, por la tendencia a reducir los medios de aprendizaje a formas meramente nacionales, ya es una posición característicamente ingenua.
Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituyen un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo
La esencia misma de la democracia es una transacción, y por eso se refleja fielmente en las asambleas donde la voz de las minorías no se ahoga estérilmente ante la tiranía del poder. Los regímenes absolutos clausuran los Parlamentos porque tienen una concepción también absoluta del bien público, que detesta la transacción, como un cisma hecho a la exclusiva y excluyente verdad del poder.
Aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda ni una mano... Ni un favor.
No cabe duda, pues, de que los judíos, desde la disolución de su Estado, ya no están más obligados por la ley de Moisés que lo estaban antes del comienzo de su sociedad y de su Estado.
La locura, que parece una huida, no es más que una disolución en lo originario, que para el espíritu tiene toda la apariencia de una huida real.
Caso tras caso, vemos que el conformismo es el camino fácil, y la vía al privilegio y el prestigio; la disidencia trae costos personales.