Si te falta dinero, tómalo prestado. Y no pidas nunca préstamos pequeños; pide prestadas grandes cantidades, pero devuélvelas siempre con rapidez
Cuanta más poesía leemos, más aborrecible nos resulta cualquier tipo de verborrea, tanto en el discurso político o filosófico, como en los estudios históricos y sociales, o en el arte de la ficción. El buen estilo en prosa es siempre rehén de la precisión, de la rapidez y de la lacónica intensidad de la dicción poética.
Hay un dato que no podemos obviar, que es que el 45 por ciento de los detenidos este año en Madrid son extranjeros. Eso no quiere decir nada, simplemente que son extranjeros y que debemos darle la máxima celeridad posible a los procedimientos de expulsión para evitar casos con el del moldavo
Lo que a vosotros toca es que cada cual, dentro de su barco, guarde la ordenanza y sea muy obediente para hacer pronto lo que le fuere mandado, porque las más veces la ocasión de la victoria consiste en la presteza y diligencia en acometer cuando es tiempo.
Nada corre tanto como la calumnia, nada se lanza con más facilidad, se acoge con más presteza y se difunde tan ampliamente.
La diligencia gasta pocas palabras y necesita pocas viandas
La responsabilidad es nuestra, es de la diligencia política
Cartagena necesita con urgencia una revolución, una transformación radical, aquí se palpa aún la exclúsión, el racismo, la segregación del siglo 21, donde los pobres y los negros son expulsados fuera de las murallas de la ciudad linda, para que se ahoguen en la pobreza.
No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma, de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti.
Debemos aprovechar la lección de Inglaterra y hacer que nuestra democracia funcione. Necesitamos que funcione bien ahora. Cualquier sistema de gobierno funciona cuando todo va bien. Pero es el sistema que funciona en los momentos de apuro es el que sobrevive
Silenciosamente apuro mi sed, mi sed no saciada, y la guardo congelada para un alivio futuro.
El periodismo es un borrador de la literatura...Y la literatura es el periodismo sin el apremio del cierre.
La gente goza de tan poca fantasía que tiene que recoger con ansia unos de otros esos pequeños adornos de la conversación. Son como traperos o colilleros de frases hechas.
El peregrino que ansía refrescar sus secos labios en las aguas vivas, y sin embargo no se atreve a lanzarse en ellas por temor a la corriente, se expone a sucumbir de calor. La inacción originada del miedo egoísta, no puede producir sino malos frutos.
La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.
El apresuramiento es padre del fracaso.
Recuerdo cómo salimos en tropel los jugadores de ajedrez...Y cómo, a medida que nos acercábamos a la plaza San Martín nos íbamos poniendo serios y éramos cada vez menos, y al fin, cuando crucé la plaza, me vi solo.
Y nosotros pasamos, como sobre un cutis que ama al contacto de una caricia, corre un tropel de mil vidas sensitivas, que nacen, gozan, sufren y mueren.
Cuando cometo alguna tropelía siempre encuentro algún idiota dispuesto a justificarlo en Derecho.
Ser feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con ojos ebrios de luna.
Una foto es algo que nos toma de la mano y nos dice: ven a ver. El problema no es sólo qué es lo que nos lleva a ver, sino, sobre todo, la forma en que nos llevan. Si en la otra mano de la foto, van la verdad y el afán de justicia, entonces vale la pena el viaje. Si no es así, entonces más vale velar el rollo y la vida
Corazón aquietado como el alma en silencio; oigo apenas el ruido muy lejano del mundo como un eco remoto que se ahogó en la distancia y que traen los vientos al oído inseguro.
El beso del amor ahogó la voz de la razón.
Lo que hago, es lo que me pide el cuerpo: nada más. Yo estaba aquí, esto era un atropello y me negué a permitirlo. Los responsables han convalidado que tengo la razón, los bien intencionados, los que fueron herramientas menos comprometidas.
El reclutamiento de cada granuja errante... para llevar fuego y espada y ultraje y todo atropello concebible entre los súbditos más pacíficos del rey de Francia. Las narraciones de las crueldades y abominaciones de esta cruzada son mucho más terribles de leer que cualquier narración del martirio de los cristianos a manos de los paganos.
Según el cristianismo el hombre no debe pensar (...) y debe sufrir de modo que tenga constante necesidad del sacerdote.
Lo único que puede completar al hombre es su expresión. El ser humano es casi todo expresión. Que se entienda de una vez: el extremo de esa cualidad básica, esencial del hombre, que es expresarse, es la poesía. La mayor intensidad y también la mayor necesidad de la expresión.
Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrad siempre con tranquilidad y calma.
Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma