Y nosotros pasamos, como sobre un cutis que ama al contacto de una caricia, corre un tropel de mil vidas sensitivas, que nacen, gozan, sufren y mueren.
Muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva.
A momentos me decía lo curioso que hubiera resultado para los otros pasajeros el saber que esos dos hombres, hundidos en el acolchado de cuero de los asientos, eran: uno el próximo asesino y el otro su víctima.
Tenía un escritorio particular, pero no lo usaba mucho. Pasé revista a su cajón una vez: contenía un conjunto de cáscara de muchas clases de nueces. Para este perspicaz estudiante, toda la noble ciencia del derecho cabía en una cáscara de nuez.
Lo que me dominó es el animal humano, el núcleo familiar, la familia, el hogar. Es darle al ser humano su cáscara
¿Cómo la corteza gris, donde se dice reside el pensamiento, pensaría en ella misma, mientras el ojo no puede verse directamente; vemos todo a través de él y al él mismo no lo vemos?
Aquí, colgado en el bosque. El mundo va haciendo el tiempo: su corteza se arruga como piel de elefante: sobre la piel, gusanillos y gusanillos. Los gusanillos van haciendo el tiempo: es su espíritu el que se encoge como una uva que se seca. Amor, odio, risa. He perdido la medida: ya no soy un hombre: soy un muerto.
Una película puede tener una dirección fantástica, un estilo increíble, pero lo que hace que no envejezca es el guion.
El humor de la película dicta un cierto sonido en mi cabeza y eso es lo que intento conectar con el derecho de distancia, mucho antes de que esté escribiendo melodías ni nada de eso. Estoy tratando de encontrar una banda sonora para la película que dice lo que quiero decir musicalmente.
Era un barco de antigua escuela, más bien pequeño si acaso, todo él con un anticuado aire de patas de garra. curtido y atezado por el clima, entre los ciclones y las calmas de los cuatro océanos...