Creo que cada ser humano tiene un número finito de latidos. No tengo intensión de desperdiciar alguno de los mios corriendo haciendo ejercicios.
El entonces se repite sin cesar en el ahora, y el allá se repite en el aquí. Y, como por otra parte, a pesar de los más desesperados esfuerzos, no se ha podido representar un tiempo finito ni un espacio limitado, se ha decidido creer que el tiempo y el espacio son eternos e infinitos con la esperanza de conseguir una explicación un poco más perfecta.
Las primeras nociones de conciencia revolucionaria las tuve a finales de la enseñanza media... Me influyó la experiencia de Guatemala que tuvo un gobierno popular efímero por aquellos años
Soy un efímero y no demasiado descontento ciudadano de una metrópoli creída moderna porque todo gusto conocido ha sido evitado en los mobiliarios y en el exterior de las casas así como en el trazado de la ciudad.
No existe la tragedia, sino lo inevitable. Todo tiene su razón de ser: solo se necesita distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo. ¿Que es lo pasajero? Lo inevitable - ¿Y lo definitivo? Las lecciones de lo inevitable.
Lo bello es superior a lo sublime, porque es permanente y no sacia, mientras que lo sublime es relativo, pasajero y violento.
Todo lo transitorio es sólo una imagen.
¡Oh, todo esto puede ser útil para mostrar que, aunque los viciosos pueden a veces llevar la aflicción a los buenos, su poder es transitorio y su castigo cierto; y que el inocente, aunque oprimido por la injusticia, apoyado por la paciencia, podrá triunfar finalmente sobre la desgracia!
Solo durante el fugaz instante de nuestra participación con lo absoluto podemos afirmar que existimos.
La tensión se aflojó poco a poco. Ella tomó entre sus manos la oscura cabeza de su amigo y lo miró. Sonrieron aliviados, divertidos, temblorosos, seguros de que no intentarían una aventura fugaz porque estaban hechos para compartir la existencia en su totalidad y emprender juntos la audacia de amarse para siempre.
Hay muchos acontecimientos importantes que pasan a espaldas de la gente, sin que ésta tenga ocasión de presenciarlos: el nacimiento y la muerte, por ejemplo. O el abandono momentáneo que conlleva el sexo.
La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo, y es triste que tantos la estén malgastando soñando con fantasías espirituales
Estoy al fin bajo la desagradable necesidad de decirte que a pesar de todos los ahorros y cuidados, estoy sintiendo la estrechez económica. Realicé mis últimos viajes como un mendigo, pero los gastos en alimentación para mí y mi caballo son inevitables y costosos.
Los científicos tienden a resistirse a las investigaciones interdisciplinarias en su propio territorio. En muchos casos, tal estrechez de miras se basa en el temor a que la intrusión de otras disciplinas ejerza una competencia desleal por unos recursos financieros limitados y por lo tanto disminuya la propia oportunidad para la investigación
Y aunque Pinocho era un muchacho de natural muy alegre, se puso también triste; porque cuando la miseria es grande y verdadera, hasta los mismos niños la comprenden y la sienten.
En la miseria de la memoria reconoces por primera vez a los ciegos, llenos de agua cobriza, por sus magulladuras y sigues sus huellas, tú, desconocido y desamado por ti, ciego y lazarillo al tiempo...
Precios y beneficios libres elevarán al máximo la producción y remediarán la escasez con mayor rapidez que ningún otro sistema. Los precios y beneficios arbitrariamente fijados sólo pueden prolongar la escasez y reducir no sólo la producción, sino también el número de empleos.
Al mismo tiempo, muchos parecen tener que ver con recrear cosas que nosotros u otros ya hemos hecho; parece bastante trillado intelectualmente; ¿hay escasez de ideas realmente nuevas?
Bien vale la pena sufrir contratiempos y penalidades - en mi caso, desconocimiento de derecho legítimo y privación del goce de la Patria- si al cabo de ello, un buen día nos sale un rasgo de nobleza humana que nos restituya la fe que hayamos perdido.
No puedo comprender lo que sería una libertad que me fuera dada por un ser superior. He perdido el sentido de la jerarquía. No puedo tener la libertad sino el concepto de prisionero o del individuo moderno en el seno del Estado. La única que conozco es la libertad de espíritu y de acción. Esta privación de esperanza y de porvenir significa un acrecentamiento en la disponibilidad del hombre
Y yo pregunto a los economistas políticos, a los moralistas, si han calculado el número de individuos que es necesario condenar a la miseria, al trabajo desproporcionado, a la desmoralización, a la infancia, a la ignorancia crapulosa, a la desgracia invencible, a la penuria absoluta, para producir un rico
Es una gran riqueza para el hombre vivir parcamente y con ánimo sereno, porque así no tendrá jamás penuria del poco
Ante el Propietario Supremo, venimos a ser todos indigentes iguales. Hasta el presente, alguien puede ser un pordiosero, un pobre diablo, respecto a su vecino, en adelante toda distinción se borra, pues todos son indigentes, y la sociedad comunista se resume en lo que puede llamarse la indigencia generalizada.
Soy yo quien no busco la riqueza; el mando militar lo rechazo; la fornicación la aborrezco; no me dedico a la navegación llevado por codicia insaciable; huyo de la vanagloria. Veo que uno solo es el sol para todos, una sola también la muerte, ora a través del placer, ora de la indigencia
Cuando la violencia de las pasiones mengua y su fuego se amortigua, el hombre se ve libre de un pelotón de tiranos.
Toda utopía comienza siendo un enorme paraíso que tiene como anexo un pequeño campo de concentración para rebeldes a tanta felicidad; con el tiempo, el paraíso mengua en bienaventurados y la prisión se abarrota de descontentos, hasta que las magnitudes se invierten.
Si yo expongo mi vulnerabilidad, a partir de ese momento no solo estoy libre de cualquier reproche o recriminación por su parte hacia mi carencia o defecto, sino que, además, soy percibido como un hombre valiente y congruente sin el peso de tener que ocultar algo incómodo.
Pienso que algunos escritores se sienten obligados a escribir en frases rebuscadas como compensación por una carencia de alguna clase de emoción animal natural.
En general las ideas no son una prueba de fortaleza, sino de la insuficiencia de la inteligencia humana.
La lógica del pensamiento tiene que acudir siempre en ayuda de la insuficiencia del conocimiento
La democracia, para mí, no es una media palabra. Es una palabra completa. Algunos entienden por democracia apenas el derecho del pueblo a gritar que tiene hambre. Yo entiendo por democracia no sólo el derecho de gritar contra el hambre sino el derecho de comer. Esa es la diferencia fundamental. Democracia, para mí es permitir el derecho de adquirir conquistas, y no sólo el derecho a la protesta.
Pero ¿Qué es una doncella, con su deseo bobo, ignorante, comparada con una viuda, cuya ansiedad está formada por el conocimiento y la ausencia, la contención y la penuria, el hambre y el ayuno, lúcida y atrevida en su deseo?
Esa incertidumbre relativa sobre el acontecer histórico futuro quiebra el marco rígido e inflexible de las predicciones necesarias para abrirnos un horizonte de alternativas y de posibilidades quizás prometedoras. Pero ese horizonte adolece de una debilidad inevitable: su irreparable precariedad
Tengo también mucho de qué arrepentirme, pero me consuela pensar que es un sentimiento que dura más que la reflexión y, aunque me desazona haber malgastado tiempo, esa precariedad es lo que, al fin y al cabo, ha terminado abonando mi poesía.