No hay nada más querido para un anciano padre que una hija.
Si ves a un anciano te dan ganas de felicitarlo por su longevidad, de preguntarle el secreto de la supervivencia. Todos envidian a los gorditos, porque su aspecto significa que no han tenido problemas para comer, como la mayoría de nosotros. Aquí es distinto: las arrugas no son deseables, y una barriga redonda no es símbolo de éxito.
Nos impulsaban las olas livianas, y el viejo océano sonreía con el peso del amor y la esperanza puestos a su recaudo; amansando con delicadas caricias sus llanuras tempestuosas, el sendero se allanaba apara nosotros.
No me siento viejo porque tenga años tras de mí, sino por los pocos que tengo por delante.
Ser humano exige ver lo perecedero y el mismo perecimiento como elementos de nuestra propia condición.
Todo lo transitorio es sólo una imagen.
Cualquier rechazo es un rechazo transitorio o temporal si se actúa convenientemente. La reactividad congruente les modifica su visión de nosotros y como consecuencia, modifica su conducta.
Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado
¿Quiere un canto anticuado y sentimental en el que no creo, y que resulta absurdo en estos días ilustrados y sofisticados? Yo no soy un párroco, mi querida señora, lleno de consoladores tópicos y suaves aforismos. Soy un profesor, un líder, un guía para mi congregación. ¿Acaso espera que la tranquilice con alguna historia evangélica, o que invoque a algún dios tribal?
Nuestra historia es tan compleja y dispareja, aboluta, renegada e inocente, que si tuvo algún pasado no hay presente, y el futuro se me hace inconsistente. Está llena de reclamos olvidados, fueron muchos los errores oxidados... ésta es una rara historia que va y que regresa, que sueña y promete ser un poco diferente. Nuestra Historia.
Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza alguna para el porvenir.
...el espíritu cientifico es un espíritu que necesita volar, cansado de comer flores y tirar frutas, decide impartir un nuevo modo obsoleto de pensar... (Gaston Bachelard Volviendo a mi viejo barrio).
En la era industrial el cambio era más lento. Aquello que usted aprendió en la escuela era valioso por un periodo más largo. En la era de la información, lo que usted aprende se vuelve obsoleto muy rápidamente. Lo que usted aprendió es importante, pero no tanto la rapidez con la que puede usted aprender, cambiar y adaptarse a la nueva información.
Durante la juventud creemos amar; pero sólo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor
...he envejecido (una fatalidad que, a veces, pienso ocurrió a mis espaldas)...
No sé si quedará algún trasnochado
Cuando un hombre rebaja su talento únicamente para ponerse al nivel del lector, comete un pecado mortal que éste no le perdonará nunca, suponiendo, por supuesto, que se dé cuenta de ello. Puede uno decirle al hombre cosas atroces, pero enalteciendo su vanidad.
Si al evitar los riesgos la razón no nos guía, por huir de un tropiezo, damos mortal caída
Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.
Si quieres vivir mucho, guarda un poco de vino rancio y un amigo viejo.
Escuchar a Lady GaGa hizo que me dolieran las muelas... ¡las muelas!
De pequeño decías gu-gu-ga-ga, yo decía gu-gu-lag para bitches como Lady Gaga
El mundo nos aconseja el agnosticismo, pensar que somos demasiado pequeños, que nuestra razón es demasiado frágil para creer en Dios. En cambio, millones de personas siguen creyendo. Este es el milagro. El signo de que Dios obra en medio de nosotros.
La vida es como el amor; depara en muchas ocasiones, frutos muy amargos, durante períodos largos para quienes la saborean, y ofrece, de vez en cuando, durante un corto plazo, una frágil delícia para que no la abandonen, y sigan viviendo y amando.
La función de la Inteligencia es creadora. No debe, por ende, conformarse con la subsistencia de una forma social que su crítica ha atacado y corroído tan enérgicamente.