En aprieto y en lugar estrecho no es fácil retirarse en el momento de peligro ni revolver los barcos, que es toda la obra y arte de las naves ligeras y de buenos marineros; antes es forzoso combatir como si estuviesen en tierra firme entre gente de infantería, y en tal caso, los que poseen más naves tienen más ventaja.
Nunca empleamos más acertadamente nuestros vicios que en combatir a los unos y a los otros.
Cada civilización debe contender con una fuerza inconsciente que puede anular, desviar o revocar casi cualquier intención consciente de la colectividad.
Gandhi decía que el no violento no puede tratar con neutralidad a las partes de un conflicto violento: el agresor es el enemigo, el agredido es el amigo, aunque sea violento. Yo he intentado toda la vida luchar por la vía no violenta. Sin embargo declaro aquí y lo digo bien alto por si me escucha algún policía o fiscal: me declaro enemigo del estado español y amigo de ETA y de Batasuna.
Hay que luchar y seguir luchando aunque solo sea previsible la derrota.
Espero que mi cabeza no crezca, me quedare con los pies sobre el suelo, pegada a mis amigos y familia, y tratar de lidiar con una vida normal
A veces la soledad actúa en mi, como detonante de una ola de creatividad - te bebes otra copa de vino y te sientes aún peor. El arte no puede existir sin el dolor, y el arte existe para poder lidiar la pena.
Para mí, escribir una novela es enfrentarse a escarpadas montañas y escalar paredes de roca para, tras una larga y encarnizada lucha, alcanzar la cima. Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones. Siempre que escribo una novela larga tengo grabada esa imagen en mi mente
El artista tiene que enfrentarse a lo desconocido con un talante positivo y meterle el diente sin miedo
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.
Mantengo la norma de no discutir con mujeres. Son muy tramposas y siempre pierdo.
Es verdad que si los hombres intentan discutir sobre cuestiones que están totalmente allende el alcance de la capacidad humana, como las concernientes al origen de los mundos o la organización de un sistema intelectual o de una región de espíritus, pueden durante largo tiempo azotar el aire con sus estériles contiendas y no llegar jamás a una conclusión definitiva.
Porque estos periódicos tan celosos de la censura oficial se autocensuran cuando se trata del avisador; el columnista no debe chocar con la administración. Las doctrinas, los hechos, los hombres, se discriminan en función del aviso; así hay tabúes tácitos y se sabe que no se debe mencionar, que camino no hay que aconsejar, que cosas son inconvenientes.
Estudiado en conjunto, el arroyo se desvía a un lado y a otro como las gotas que lo componen. Su masa, contenida por una piedra o un tronco de árbol que obstruye su lecho, se desvía un poco y va a chocar contra una orilla.
Cada civilización debe contender con una fuerza inconsciente que puede anular, desviar o revocar casi cualquier intención consciente de la colectividad.
Para comprender la seguridad no hay que enfrentarse a ella, sino incorporarla a uno mismo.
El artista tiene que enfrentarse a lo desconocido con un talante positivo y meterle el diente sin miedo
Tratarse mal sin enfadarse es una de las mayores delicadezas de la verdadera amistad. Que puede ser superada por otra delicadeza: la de tratarse siempre bien.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Recordaré que una persona es tanto más pequeña cuanto más pequeñas son las cosas que la hacen disgustarse y andar triste.
Lo malo de la pintura abstracta es que hay que molestarse en leer el título de los cuadros.
No vale la pena molestarse en matarse porque uno siempre se mata demasiado tarde.
Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y de tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos.
...Lo que los remeros necesitan saber es cómo remar ¿no? -Y saber si el timonel es bueno
El corresponsal se preguntaba sinceramente, en nombre del sano juicio, cómo era posible que hubiese gente que considerase divertido remar en un bote. No era una diversión; era un castigo diabólico, y hasta un genio en aberraciones mentales no podría inferir jamás que se tratase de otra cosa que de un horror para los músculos y un crimen contra la espalda.