Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío
Caída su lumbre en el corazón de quien la escucha, ¿qué queda en aquel que vio fluir de su mano la chispa de los grandes designios?
El frío anochecer de Kyoto hacía aflorar el calor del fuego. El viento, en la penumbra, gemía entre los pilares. El grillo que se posaba en la gruesa columna había desaparecido.
¡Que ninguna de las mejoras sociales conseguidas por los obreros queden sobre el papel sin surtir efectos, y se conviertan en realidad!