La historia es una galería de cuadros en la que hay pocos originales y muchas copias.
Cuando penetramos en el cuento de hadas, avanzamos por una galería compuesta íntegramente por espejos con cristales cóncavos y convexos en una mezcla grandiosa y falaz. Un espejo me muestra tan delgado como un alfiler, el siguiente me devuelve una imagen de obesidad aplastada. En el tercero, aparezco dividido por la mitad y ya no soy una persona, sino dos o tres o diez.
La historia es una galería de imágenes en la que hay pocos originales y muchas copias.
Cuando penetramos en el cuento de hadas, avanzamos por una galería compuesta íntegramente por espejos con cristales cóncavos y convexos en una mezcla grandiosa y falaz. Un espejo me muestra tan delgado como un alfiler, el siguiente me devuelve una imagen de obesidad aplastada. En el tercero, aparezco dividido por la mitad y ya no soy una persona, sino dos o tres o diez.
La escalera mecánica sube una serenata tranquila de zapatos, paraguas, cada ojo atento a su zapato; luego salta rápido a algún lugar de arriba donde las calles estallan en lluvia...
Todos quieren subir la escalera hacia el éxito y algunos no se dan cuenta de los dos primeros pasos. Lo que quieren es correr.