En la lucha entre uno y el mundo, hay que estar de parte del mundo.
El trabajo intelectual es una manera de conectar con las personas, de formar parte de una conversación en curso. Los intelectuales no marcan el camino ni son prescindibles. Creo que la reflexión teórica es parte de toda buena política.
La mayoría de las personas hoy en día siguen creyendo, tal vez inconscientemente, en el universo heliocéntrico... Todos los periódicos en la tierra tiene una sección de astrología, sin embargo, todavía son pocos los que tienen algún contenido sobre astronomía
La chica rara, cuyo reinado inauguró la heroína de Carmen Laforet, no sólo rechazaba la retórica idealización de sus labores predicada por la sección Femenina, sino que empezaba a convivir con una idea inquietante, difícil de encajar y de la que cada cual se defendía como podía: la de que no existe el amor de novela rosa.
No me lo creo. Que al despegar tu puño de sus caras no sientas tú el dolor. Que al quitarte el casco no te ciegue la luz del Sol. Que al volver a tu casa te quede corazón suficiente, como para besar a tu mujer, como hacen las personas. Como si fueras de los nuestros.
Los sauces inclinados junto a la ciénaga, el gran casco varado y el tronco flotando, ¡Con la vida comenzó el dolor!
Tocar frente a un manojo de gente que reaccione bien es la mejor cosa del mundo
Yo jugueteo en el abigarramiento del día, un manojo de ropas mojadas, descosidas, tembloroso, veo mi carne y mi lecho bañados de luz, mi niño explotando en dinamita, mi esposa...Tu ligereza lo altera todo, y desgarra la negra tela del saco de la araña, mientras tu corazón salta y aletea como una liebre.
Todo cuanto veo a mi alrededor está echando las simientes de una revolución que es inevitable, aunque yo no tendré el placer de verla. El relámpago está tan a la mano que puede surgir a la primera oportunidad y luego se oirá un trueno tremendo. Los jóvenes tienen suerte, pues han de ver cosas magníficas.
No comprimas con mucha fuerza y vigor la mano de un niño tierno.
Me apasiona la música. Y porque me apasiona, trato de liberarla de las tradiciones estériles que la sofocan. El color de mi alma es la rueda de murciélagos de hierro gris y triste sobre la aguja de mis sueños.
Serán ratas, y la cloaca les maltratará, la ciudad clavará su aguja y nadie aplacará el odio que les empuja, no habrá nada, solo brujas, mientras los niños ricos viajaran en su burbuja de lujo y arrogancia infalible