Ni el grande, ni el rico deben satisfacer por precio los atentados contra el flaco y el pobre; de otra manera las riquezas, que, bajo la tutela de las Leyes, son el premio de la industria, se vuelven alimento de la tiranía. No hay libertad, cuando algunas veces permiten las Leyes, que en ciertos acontecimientos el hombre de ser de ser persona, y se repute como cosa.
No ganes enemigos de los que con buen trato puedes hacer amigos, que ningún enemigo es bueno por flaco que sea: de una centelluela se levanta gran fuego.
Cuando los nazis sacaron a el judaísmo de la cultura lo que les quedaba era un esqueleto raquítico infame que no representaba era nada
Como un guante famélico el día se me escapa de los dedos.