Llegan incluso a contraer matrimonio con ella, prorrogando su placer criminal con el refinamiento de un epicúreo. Pero con más frecuencia se encamina directamente a su objetivo, vence por la fuerza y devora a su víctima en un festín.
La institución del matrimonio es la columna vertebral de la familia autoritaria y ésta es, a su vez, el centro de formación de la ideología autoritaria y de la estructura síquica humana