Donde falta la destreza supla la diligencia
Pocas cosas son imposibles a la diligencia y laboriosidad.
Yo no tengo ídolos. Tengo admiración por el trabajo, la dedicación y la competencia.
Yo que siempre me había dedicado a los libros sin pretensión académica, con un estilo libre y poco respetuoso, ahora me veo realizando trabajos de erudición, libros o artículos que piden una dedicación más contenida y notas a pie de página.
... Esdras vemos que éste se esmeró no sólo en investigar la ley de Dios, sino también en embellecerla;...
El militar es una planta a la que hay que cuidar con esmero para que no dé sus frutos.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos
No creo en la inmortalidad de las personas y considero que la ética es una preocupación exclusivamente humana, sin que exista ninguna autoridad sobrehumana detrás de ella.
El éxito es simplemente la aplicación diaria de la disciplina
El estado nacional, como marco para la aplicación de los derechos humanos y la democracia, ha hecho posible una nueva forma –más abstracta– de integración social que va más allá de las fronteras de linajes y dialectos
El fenómeno de la globalización actual, en su afán de unificar los mercados, está poniendo en peligro las variedades culturales, su identidad, además de deteriorar su capacidad creativa.
He dicho, después de haberlo comprobado que en el Perú la clase alta está profundamente corrompida y que su egoísmo la lleva, para satisfacer su afán de lucro, su amor al poder y sus otras pasiones, a las tentativas más antisociales
Los sufrimientos serían menores entre los humanos si éstos dedicasen su fantasía con menos ahínco en evocar el recuerdo de males pretéritos, antes que en hacer soportable un presente anodino.
Éste tenía la impresión de que su hermano había luchado con menos ahínco contra los deseos impuros, y había aceptado sus derrotas con espíritu más bien alegre. Pero lo importante era que ambos habían hecho las paces con las pasiones, el más encarnizado enemigo de la vida monástica.
Es la fe y el entusiasmo por algo que hace que la vida valga la pena vivirla.
Los radicales somos así; no siempre estamos de acuerdo, y cuando no lo estamos ponemos en nuestras luchas internas el mismo entusiasmo que ponemos con el adversario. Pero cuando se aproxima la lucha contra el adversario común, sabemos olvidar. Sabemos que ante todo somos radicales y patriotas.
Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas...
Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
El militar es una planta a la que hay que cuidar con esmero para que no dé sus frutos.
... Esdras vemos que éste se esmeró no sólo en investigar la ley de Dios, sino también en embellecerla;...
La libido es desviada para que actúe de una manera socialmente útil, dentro de la cual el individuo trabaja para sí mismo sólo en tanto que trabaja para el aparato, y está comprometido en actividades que por lo general no coinciden con sus propias facultades y deseos.
La transposición así cumplida del libido de objeto en libido narcisista conlleva manifiestamente, una resignación de las metas sexuales, una desexualización y, por lo tanto, una suerte de sublimación.
El amor, después de todo, no es sino una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que te empuja a la tormenta, a pecho abierto y con la cabeza adelante.
Ya no hay artistas como los de antaño, de aquellos cuya vida y alma eran el instrumento ciego del apetito de belleza, órganos de Dios mediante los cuales se probaba a sí mismo su existencia. Para ellos el mundo no importaba. Nadie supo nada de sus dolores. Se acostaban tristes todas las noches y contemplaban la vida humana con una mirada de asombro, igual que nosotros contemplamos un hormiguero.
No faltan los vocablos para expresar el deseo sexual: libido, apetito, ansia, excitación, pulsión, etc., pero su definición continúa siendo confusa.
La mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre. Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
Lo cierto es que la alabanza a los escritores antiguos no procede de un respeto a los muertos, sino de la competencia y la envidia mutua que tiene lugar entre los vivos.
La envidia -proclamó el cocodrilo- resulta, si bien se mira, una virtud, y perdónenme Sus Excelencias. Merced a la envidia se han realizado obras muy importantes. Es deuda cercana de la emulación, de la competencia y, consecuentemente, del progreso. La ciencia y el arte cuentan con su eficaz apoyo.
Cuando crees que estás a salvo, destrucción repentina, vigilancia colectiva para garantizar la seguridad
La delincuencia, con los agentes ocultos que procura, pero también con el rastrillado generalizado que autoriza, constituye un medio de vigilancia perpetua sobre la población: un aparato que permite controlar, a través de los propios delincuentes, todo el campo social.
Toma a uno que no lleva sus cuentas Que no quiere ser rico, ni tiene miedo a perder, que no tiene interés alguno en su personalidad: es libre.
Las leyes deben tener como objeto el interés del régimen establecido, cualquiera que éste sea y el mantenimiento de su autoridad, y de aquí se desprende, en su concepto, la verdadera definición de la justicia derivada de la naturaleza misma. Platón: Las leyes. Libro IV.
La puntualidad es la virtud de los aburridos.
La puntualidad es la educación de los reyes
Nosotros, los vascos, evitemos el mortal contagio, mantengamos firme la fe de nuestros antepasados y la seria religiosidad que nos distingue, y purifiquemos nuestras costumbres, antes tan sanas y ejemplares, hoy tan infestadas y a punto de corromperse por la influencia de los venidos de fuera.
La religiosidad verdadera exige humildad y modestia
Mucha buena gente que no sería capaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo
Como os explicaba, vuestro escrúpulo es fácil de destruir. Aquí estáis segura de un pleno secreto y el mal no consiste nunca sino en el escándalo que promueve. Sí; el escándalo del mundo es lo que produce la ofensa, y no es pecar, pecar a calladas.