Cuando tenía quince años, estaba empeñado en aprender; a los treinta, contaba con una base firme; a los cuarenta, ya no tenía dudas de nada; a los cincuenta, conocía la ley del cielo; a los sesenta, tenía los oídos bien abiertos; a los setenta, era capaz de satisfacer los deseos de mi corazón sin excederme.
El viejo está empeñado en perseguir a esa ballena blanca, y este diablo trata de enredarle y hacer que le dé a cambio su reloj de plata, o su alma, o algo parecido, y entonces él le entregará a Moby Dick.
El soberano inteligente organiza la producción de sus súbditos de forma que puedan sostener a su padre y a su madre, a sus hijos y esposas, que en los años buenos puedan comer a su gusto, y en los malos no morir de hambre. Una vez alcanzado esto, los dirigirá hacia la práctica del bien y el pueblo le seguirá.
La mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thorwaldsen y a la música de Paganini
Estoy pensando en estos días que conmigo el Señor actúa un viejo sistema suyo: toma a los pequeños del fango de la calle y los pone en alto; toma a la gente de los campos, de las redes del mar, del lago, y hace de ellos apóstoles. Es su viejo sistema
El hombre disfruta la compañía de sus amigos en los tiempos de prosperidad y salud; necesita de ellos en las horas aciagas; le acompañan y asisten cuando se hace viejo y le faltan las fuerzas.
Esas nueve décimas partes del cerebro sí que son utilizadas. Y una de sus funciones es hacer que lo milagroso parezca corriente y convertir lo desusado en usual.
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna
La Independencia la hicieron unas clases ilustradas, criollas, mestizas, españoles afincados allí y criollos que decidieron con todo el derecho y legitimidad del mundo que ya estaba bien de depender de los impuestos, las normas, las rigideces impuestas por un sistema económico anquilosado y anticuado que era el que se imponía en España
¿Quiere un canto anticuado y sentimental en el que no creo, y que resulta absurdo en estos días ilustrados y sofisticados? Yo no soy un párroco, mi querida señora, lleno de consoladores tópicos y suaves aforismos. Soy un profesor, un líder, un guía para mi congregación. ¿Acaso espera que la tranquilice con alguna historia evangélica, o que invoque a algún dios tribal?
Por la lentitud y el tamaño, era una cucaracha muy vieja. En mi arcaico horror por las cucarachas aprendí a adivinar, aún a la distancia, sus edades y peligros; incluso sin haber encarado nunca realmente a una cucaracha conocía sus procesos de existencia.
Quien no se haya emancipado por él mismo quedará rezagado con el movimiento actual y será en vano que busque redentores. Morirá esclavo. (Breves apuntes sobre la pasiones humanas. Tusquets, 1972).
Debemos rechazar el concepto subdesarrollado del desarrollo que convertía el crecimiento tecno-industrial en la panacea de todo desarrollo antropo-social, y renunciar a la idea mitológica de un progreso irresistible acrecentándose hasta el infinito
De lo que jamás podrán acusarme es de enriquecerme, ¿por qué?, porque el que se enriquece se va a gozar fuera. Allá en Miami, o en París o en Nueva York. Y quiere superar su estatus de peruano, de país subdesarrollado viviendo allá con millones malhabidos. Yo jamás señor.
Las FARC no son un proyecto revolucionario sino conservador y retrógrado