La conciencia, amigo, es uno de esos bastones que todo el mundo coge para apalear a su vecino, pero que nunca nadie hace servir para sí mismo.
Los periodistas deben criticar, pero no azotar a nadie.
Es verdad que si los hombres intentan discutir sobre cuestiones que están totalmente allende el alcance de la capacidad humana, como las concernientes al origen de los mundos o la organización de un sistema intelectual o de una región de espíritus, pueden durante largo tiempo azotar el aire con sus estériles contiendas y no llegar jamás a una conclusión definitiva.
Las cartas de recomendación son las que se entregan a un inoportuno para que vaya a importunar a otro.
Habrá que mortificar la carne y obligarla a obedecer al espíritu, hasta que esté dispuesta a todo
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía que dio a cascar al diente de la sabiduría.
Uno se reprocha muchas cosas y cree que la libertad está en malgastar la vida y maltratar el cuerpo, y no se da cuenta que es la manera de castigarse porque está inconforme con lo que hace.