Bien podría ser que Lisboa, contrario de lo que parecía, no fuera ciudad, sino mujer, y la perdición solo amorosa, si el restrictivo adverbio tiene cabida aquí, si no es ésa la única y feliz perdición.
Dios está excluido de toda ciencia. Para él no hay cabida ni en las matemáticas, ni en la física, la química, la biología, la bioquímica, ni en la economía, la sociología, la etnología. Pavlov creía en dios, pero, en su sistema de los reflejos condicionados, dios no estaba presente.
La poesía es una visionaria y arriesgada tentativa de acceder a un espacio que ha desvelado y angustiado siempre al hombre: el espacio de lo imposible, que a veces parece también el espacio de lo indecible.
El hacinamiento de muchos seres humanos en un espacio reducido no sólo conduce a fenómenos de deshumanización por la vía indirecta del agotamiento y el empantanamiento de las relaciones interhumanas sino que directamente produce un comportamiento agresivo.